HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

domingo, 5 de enero de 2014

CFK buscaría reaparecer con un éxito, pero no lo encuentra


Por Carlos Tórtora/El Informador.- El nuevo estilo presidencial, caracterizado por su no aparición en público es, en sentido contrario, tan antidemocrático como el anterior. Su sobreexposición chavista ocupando cuanto espacio hay en lo medios expresaba el liderazgo prepotente propio del populismo.Ahora, el misterio y el silencio impenetrables lo ubican más cerca de los estilos totalitarios orientales o de la vieja Unión Soviética, donde había especialistas en desencriptar los gestos de los jerarcas del régimen, que jamás declaraban nada.
Un ejemplo más actual es el dictador de Corea del Norte, Kim Yom Um, que acaba de ejecutar a su tío Jang Song-thaek arrojándolo a una jaula con perros. Es evidente que la presidente espera, para reaparecer, algún hecho resonante que pueda inscribirse en la saga kirchnerista. Por ejemplo, el anuncio de que el gobierno se hará cargo de la mayoría accionaría y del gerenciamiento de EDESUR y EDENOR, plan en el que trabajan día y noche Axel Kicillof y Emmanuel Agis, su mano derecha. En el día a día económico no hay buenas novedades, ya que el dólar blue volvió a dispararse, igual que la inflación. Devaluado pero todavía resistente, Jorge Capitanich lucha con sus pares gobernadores para evitar una estampida de cuasi monedas que le pondrían al 2014 un aire de 2001. 

Para más de uno, la inminencia de la oleada de pedidos de aumentos salariales por encima del 30% no conformaría un clima ideal para el reingreso en escena de CFK. En lo político, con el silencio presidencial y el repliegue K, el gobierno le ha cedido terreno al más movedizo de los precandidatos, Sergio Massa, en tanto que Daniel Scioli, con las cuentas al rojo, sigue inmovilizado políticamente, porque el despliegue, escasamente efectivo, de Capitanich le quita espacios dentro del oficialismo. Como no hay un hecho político de primer orden a la vista, los actores se mueven en la incertidumbre. Si el gobierno le pusiera fecha a la interna para elegir autoridades en el PJ Nacional, el peronismo se movilizaría y se verían las intenciones políticas presidenciales. 

Es decir, si ella se corona como sucesora de Kirchner indicaría que asumirá un rol político central; si delega, en cambio, en un personaje light, como el gobernador de Jujuy Eduardo Fellner, se trataría de una maniobra intrascendente. Pero si unge a un presidenciable, Scioli, Capitanich o Urribarri, estaría señalando por dónde pasa el eje de la estrategia para el 2015. Como es obvio, sólo son probables las alternativas 1 y 2. La 3 es casi un imposible. CFK jamás designará sucesor hasta el último momento que le permita el calendario electoral. 

 La oposición, también con poco 

 Como suele pasar, el inmovilismo presidencial también tiende a adormecer a la oposición, que salió de su sopor revitalizando una alianza de centro izquierda con eje en Hermes Binner. Pero éste estaría fuertemente tironeado por el aparato del Partido Socialista de Santa Fe, que le transmite el siguiente razonamiento: en el 2015, Antonio Bonfatti no podrá ser reelecto y el socialismo corre serios riesgos de que Miguel del Sel le arrebate la gobernación. Así las cosas, Binner tiene motivos muy serios para cuidar su principal bastión, pues si el socialismo lo perdiera correría riesgo de disolución. En el PRO, la batalla por la sucesión de Mauricio Macri es el juego número uno y se anotan como antes Gabriel Michetti y Horacio Rodríguez Larreta. 

Pero ambos son reacios a disputar una primaria. Michetti, porque sabe que su contrincante es dueño de una capacidad financiera y una logística difíciles de superar en el terreno. Y a su vez, Rodríguez Larreta le teme a la capacidad de su rival de movilizar el voto independiente. Finalmente, el massismo no sólo intenta acumular radicales sino que apura el ritmo como si fuera a haber elecciones en los próximos meses. La realidad es que Massa ya dijo en varias reuniones que el adelantamiento de las elecciones presidenciales no es una mera hipótesis. En el kirchnerismo a su vez, nadie se la imagina a CFK escapándose del poder a toda velocidad.

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