Por Carlos Tórtora/El Informador.-
Por orden presidencial, las distintas usinas del gobierno cesaron en los últimos días de difundir versiones de todo tipo sobre eventuales cambios en el gabinete. CFK les habría dejado en claro a sus colaboradores que esta explosión de intrigas implicaba un cuestionamiento indirecto a su autoridad y que no las iba a aceptar.
En sintonía, el Ministro de Defensa Agustín Rossi declaró que jamás se había pensado en cambio alguno de ministros, cuando Juan Manuel Abal Medina y otros altos funcionarios se cansaron hasta hace pocos días de señalar que los cambios eran inminentes.
Los cambios, como es de práctica, los decidirá con sus tiempos ella, demostrando que no se deja presionar. Pero el operativo en marcha para restaurar el poder presidencial tiene que remontar una cuesta muy inclinada. La instalación de su arritmia como un problema muy complejo le está produciendo a la presidente más daño que el triunfo de Sergio Massa en Buenos Aires.
Ante la posibilidad de que la afección cardíaca se agrave, varios gobernadores del PJ estarían tejiendo alternativas que giran en torno a Daniel Scioli o el mismo Jorge Capitanich como piloto de tormentas para una emergencia.
Poco para decir
Volviendo al operativo restaurador, este lunes CFK enfatizaría su mayor triunfo de los últimos tiempos: el fallo de la Corte declarando la constitucionalidad de los cuatro artículos cuestionados de la ley de medios. El problema es que Héctor Magnetto, al tomar la iniciativa y presentar un proyecto de adecuación dividiendo en seis al Grupo Clarín, instaló una discusión con la AFSCA que puede durar todo el 2014 y que priva al gobierno de lo que más necesita: resultados espectaculares para impactar a una opinión pública que advierte el acelerado desgaste del oficialismo. Volviendo a lo que se espera para el lunes, no habrá anuncio espectacular alguno y ya habrían sido citados todos los gobernadores que responden a la Casa Rosada para que se hagan presentes.