Por Guillermo Cherashny/El Informador.-
El fallo declarando la constitucionalidad de los cuatro artículos cuestionados de la ley de medios audiovisuales hizo que llovieran críticas a la nueva mayoría automática de la Corte Suprema. La mayor parte de los constitucionalistas, de la dirigencia opositora y fundamentalmente la opinión pública a través de las redes sociales manifestaron su desacuerdo con la sentencia que favoreció a cristinismo después de que sufriera una derrota contundente en las urnas y teniendo en cuenta que la resolución del tribunal no consiguió rebatir los argumentos del fallo de la Sala I de la Cámara Civil y Comercial Federal que se pronunció por la inconstitucionalidad.
El caso es que Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi y Eugenio Zaffaroni tratan de justificar lo injustificable, sobre todo teniendo en cuenta que el gobierno se prepara para destrabar en el Congreso el tratamiento del proyecto de nuevo Código Civil y Comercial redactado, entre otros, por los dos primeros, lo que confirmaría la existencia de un pacto entre los cuatro ministros de la Corte y la Casa Rosada. Lo que no sabemos es si se trató de un pacto espurio o un intercambio de favores más benigno. Un factor que pesa negativamente en esta evaluación es que los ministros de la Corte firmaron la constitucionalidad de la ley dos días después de las elecciones, lo que parecería programado para cortar el efecto político de la derrota del oficialismo. De haberse esforzado por preservar su imagen de independencia, la Corte debió haber esperado varias semanas más para difundir la sentencia.
Pobres promesas
Ahora, los cuatro ministros que fallaron por la constitucionalidad les repiten a todos sus interlocutores que harán cumplir al gobierno nacional a rajatabla las obligaciones que le impuso el fallo sobre la obligación de que la AFSCA sea imparcial, además del reparto de la publicidad oficial y la no discriminación entre los diferentes multimedios.
De más está decir que los antecedentes sobre el cumplimiento por parte del Ejecutivo de fallos de la Corte no la deja a ésta muy bien parada que digamos. El gobierno, entre otros, no cumplió el fallo Badaro y tampoco, en este caso, la administración K de Santa Cruz acató la orden judicial de restablecer en su puesto al Procurador General de Santa Cruz Eduardo Costa. Así las cosas, la promesa de que la Corte vigilará la aplicación del fallo no dice mucho, aunque desde ya que habrá una guerra judicial, porque el Grupo Clarín intentará, sin duda, frenar cada medida de la AFSCA que lo desfavorezca, aunque hay que aclarar que es el Juzgado Civil y Comercial Número 1, a cargo de Horacio Alfonso, el encargado de ejecutar el fallo y no la Corte. Pero ayer la presidente, aun antes de asumir, se ocupó de anticipar cuál es su postura ante la advertencia de que deberá garantizar la imparcialidad de la gestión de la AFSCA. Según informó La Nación: “Aun sin aparecer públicamente tras recibir el alta médica por la operación craneal a la que fue sometida un mes atrás, la presidenta Cristina Kirchner tomó una de las decisiones clave en el regreso a su actividad. Postuló a Martín Sabbatella para continuar como titular de la Administración Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, el organismo que debe renovar su directorio el 10 de diciembre.”
La respuesta del cristinismo, dada a toda velocidad, no deja lugar a dudas: Sabbatella es inamovible, sobre todo porque si se lo removiera quedaría en claro que CFK está cediendo a las presiones de la justicia y de la oposición. Los embates a la continuidad de Sabbatella son, a partir de ahora, la garantía de la misma. Cuando en el 2010 se envió el proyecto de ley de medios al Congreso, se incluyó en el mismo a las compañías telefónicas, para lograr el apoyo de los legisladores que respondían a Hermes Binner, además de otros grupos de centro izquierda. Una vez sancionada la ley, Sabbatella descaradamente permitió que Telefónica mantuviera a TELEFE, porque es un canal colonizado, a tal punto que Aníbal Fernández es uno de sus columnistas. Y ahora aparece la casi segura compra por parte del fondo FINTECH de David Martínez de la mayoría de TELECOM de Argentina, que podría reclamar un canal, como hizo TELEFONICA con TELEFE. Estos intrincados vericuetos regulatorios que destapó el fallo de la Corte dependen mucho de la fortaleza que conserve el gobierno. No hay duda de que la sentencia le dio aire una semana pero ahora la alarmante pérdida de reservas del Banco Central está pasando de 1.000 millones dólares por mes a 1500. Es difícil decir hasta dónde puede llegar si el gobierno no toma medidas o si las toma y agrava la situación. Se descuenta que se profundizará el cepo y no hay que olvidar que la presidente es la jefa de los halcones chavistas y que en su reciente ausencia se vieron algunos gestos de moderación que, con ella al frente, tal vez no hubieran ocurrido. Lo más probable es que se incentive la lógica amigo-enemigo, ya que ninguna intervención quirúrgica puede cambiar un temperamento sectario y belicoso.