Por lapoliticaonline.-
Lo anunció Cristina por cadena nacional, luego del fallo a favor de los fondos buitres de la Cámara de Nueva York que aumentó el riesgo de un default técnico. Además envió un proyecto de ley al Congreso para reabrir el canje de deuda y así poder incluir el 7% que quedó fuera de los del 2005 y 2010, que los analistas leen como un guiño para negociar con los holdouts.
El anuncio de Cristina por Cadena NacionalVer más imágenes Luego del fallo de la Cámara de Nueva York a favor de los fondos buitre, la presidenta Cristina Kirchner anunció esta noche por cadena nacional que el pago a los bonistas que aceptaron las quitas del 2005 y 2010 se realizará en la Argentina. Explicó que se les ofrecerán nuevos títulos, por los mismos montos, moneda y plazo, pero con pago en el país. Anunció además que envió un proyecto de ley al Congreso para abrir por tercera vez el canje de la deuda y así poder incluir al 7% de los bonistas que no ingresaron a los canjes previos. Fue una manera de anunciar la derogación fáctica de la "Ley Cerrojo" que impedía nuevos canjes, en una movida que fue entendida en los mercados como una invitación a negociar a los fondos buitres. Analistas consultados por LPO coincidieron en que el punto clave del anuncio es la reapertura del Canje más que el cambio de jurisdicción.
La caída de la Ley Cerrojo le permite al gobierno entablar una negociación con los fondos buitre, fortalecidos tras el fallo de la Cámara que ratificó la decisión del juez Thomas Griesa de condenar a la Argentina a pagarles el valor nominal d elos bonos que compraron mas los intereses -unos 1.330 millones de dólares-.
No parece casual que justo hoy uno de los abogados abogado de Elliot, uno de los fondos buitre que lidera las demandas, haya dicho que estaban abiertos a una negociación con la Argentina.
La movida es consistente con una sutileza pasada de Cristina, cuando afirmó que nunca negociaría "voluntariamente" con los holdouts. Esas palabras fueron leidas con buenos ojos por el mercado, porque implica que si el fallo final es en contra del país, entonces aceptará negociar, de mala gana, pero negociará.
La derogación de la Ley Cerrojo y la reapertura del canje la habilita legalmente para entablar un acuerdo con los buitres, que representan sólo un pequeño porcentaje -apenas el 0,45%- de este 7% de bonistas que rechazaron los canjes previos.
Cristina se encargó de subrayar que si la Corte de Estados Unidos convalida sus demandas, estos fondos habrán tenido una ganancia de 1300%. "Ellos compraron bonos defalteados en el 2008", recordó la Presidenta. Acaso una manera de lanzar una primera ficha para abrir la negociación. De hecho, el discurso de la Presidenta apeló a un tono muy moderado y bastante objetivo, evitando las frases airadas o las denuncias de conspiraciones globales.
En ese marco, la propuesta de trasladar la jurisdicción de Estados Unidos a Argentina, fue leída por algunos economistas más como una señal destinada a alimentar el "relato" y a contener a los opinadores progresistas que apoyan al kirchnerismo, que a un tema relevante.
Porque es bastante dudoso que los bonistas que aceptaron el canje vayan a aceptar ahora este cambio de jurisdicción, justo cuando está claro que el problema de la Argentina es la falta de dólares. Se cae de maduro que si aceptaran cajear sus papeles por otros con jurisdicción argentina, en caso de un nuevo default ya no contarían con el respaldo de la ley norteamericana y deberían atenerse a los designios de la Justicia argentina.
Criticas moderadas al fallo
Cristina dedicó buena parte de su discurso a recordar las dos restructuraciones de deuda que hizo el país durante la última década y en la única critica directa al fallo de la Cámara de Nueva Yotk, lo tildó de “un poco injusto con la Argentina”.
Cristina afirmó que del 2003 a la fecha el gobierno pagó 173.733 millones de dolares de deuda, desagregados en U$S41.440 millones intrasector publico, U$S81.487 millones a bonistas y 51.200 al FMI, el Banco Mundial, el BID y otros organismos multilaterales de crédito.
Recordó además que el primer canje se realizó durante la gestión de Néstor Kirchner en el 2005 y tuvo una aceptación de más del 70%. El siguiente fue en el 2010, en su primer mandato, con el que el porcentaje de aceptación llegó al 93%.
Apoyandose en estos datos, razonó que "así como estamos en el Güiness por ser los mas defaulteadores, debemos esta entre los que más pagamos sin acceder a los mercados".
“Más que deudores recalcitrantes somos pagadores seriales”, agregó en otra respuesta directa al muy irónico fallo de los camaristas norteamericanos, que calificó a la Argentina con ese adjetivo.
Además señaló que la deuda pública antes en el 2002 representaba el 150% del PBI, y hoy es de menos del 10%. "En unos días más vamos a pagar el BONAR 7 por 2.000 millones de dólares -con legislación local y pagado aquí- de modo tal que hemos pagado miles de millones de dólares y aquí en la Argentina", agregó, y puntualizó que este vencimiento se cancelará en la Caja de Valores.
Cristina dio estos datos para intentar convencer a los bonistas que si entraron al canje porque deben aceptar este cambio de jurisdicción porpuesto que implica trasladar los pagos de Nueva York -lugar que fijó Kirchner en su primer canje- a Buenos Aires. "No podemos tener una espada de Damocles sobre la cabeza que haga caer los dos canjes previos y llevar al país a un nuevo 2001, debemos resguardar a los que confiaron en la Argentina", agregó.
Y como anticipandose a futuras criticas agregó: "como ya hicimos con el boden 2012, que se pagó acá en su totalidad másd e 19 mil millones de dólares, se va a hacer con el Boden VII". Así, buscó mostrar que las finanzas argentinas no tienen ningún inconveniente para cumplir con los vebcimientos.
Clima de tensión
Durante toda la mañana hubo un clima de extrema tensión en el Ministerio de Economía. El equipo de técnicos y abogados del gobierno dedicaron buena parte del día a analizar esta jugada y a qué lugar podrían trasladarse los pagos. Una de las opciones era el Banco de Basilea.
Finalmente el gobierno optó por ubicarlo en la Argentina. Pero el traslado del lugar de pago tiene sus costos. Un operador del mercado comentó a LPO que de esta manera el gobierno está desobedeciendo el fallo del viernes de la Cámara de Nueva York, porque el mismo advierte que si los bancos intermediarios facilitaban una nueva jurisdicción estarían violando lo resuelto por la Justicia estadounidense.
La resolución de la Cámara dedicó buena parte del texto a desarmar el argumento del gobierno que señalaba la intangibilidad de los fondos que el gobierno gira al Bank Of New York para pagarle a los tenedores de deuda pública. Le pidió a la entidad que se abstenga de ayudar a la Argentina a “evadir” la jurisdicción.
Es que la estrategia de los fondos buitres es sencilla, si se confirma el fallo de Cámara pedirán a la justicia que embarguen el primer giro de fondos que realice la Argentina, para cobrarse sus 1.330 millones de dólares y de esa manera el país quedaría en default técnico con los bonistas a los que iba destinado ese pago.
De todas formas, el apuro del gobierno por decidir este traslado se enmarca en los rumores que hablan de que la Corte Suprema de EEUU, la última instancia que queda, podría no aceptar el caso. Si esto ocurre el fallo de la Cámara de Nueva York quedaría firme y la Argentina debería lidiar con esa realidad. Con el anuncio de esta noche, Cristina por primera vez en mucho tiempo ofreció una salida política al conflicto.
El mercado se hizo eco de los rumores y la cotización del dólar blue lo reflejó. El paralelo volvió a dispararse y hoy cotizó a $9,35.
El anuncio de Cristina por Cadena NacionalVer más imágenes Luego del fallo de la Cámara de Nueva York a favor de los fondos buitre, la presidenta Cristina Kirchner anunció esta noche por cadena nacional que el pago a los bonistas que aceptaron las quitas del 2005 y 2010 se realizará en la Argentina. Explicó que se les ofrecerán nuevos títulos, por los mismos montos, moneda y plazo, pero con pago en el país. Anunció además que envió un proyecto de ley al Congreso para abrir por tercera vez el canje de la deuda y así poder incluir al 7% de los bonistas que no ingresaron a los canjes previos. Fue una manera de anunciar la derogación fáctica de la "Ley Cerrojo" que impedía nuevos canjes, en una movida que fue entendida en los mercados como una invitación a negociar a los fondos buitres. Analistas consultados por LPO coincidieron en que el punto clave del anuncio es la reapertura del Canje más que el cambio de jurisdicción.