Por lapoliticaonline.- A casi cuatro meses de la firma, el Parlamento iraní ni siquiera lo tiene en agenda. A mediados de junio habrá elecciones y recién después podría haber novedades. El sector que impulsó el memorándum tiene grandes chances de ser derrotado. La interna parlamentaria que trabó el acuerdo.
El pasado 27 de enero, el canciller argentino Héctor Timerman y su par iraní Alí Akbar Salehi firmaron en la capital de Etiopía el memorándum de entendimiento para que los acusados por el atentado a la AMIA presten declaración ante el juez y el fiscal de la causa. Un mes después, el 28 de febrero, el Congreso argentino le dio sanción definitiva a la norma, tras un tratamiento exprés.
Tres meses y medio después de la foto de Timerman y Salehi en Addis Adeba, en Teherán no hubo ningún avance respecto a la aprobación del tratado, que establece que sólo entrará en vigencia si es aprobado por los parlamentos de ambos países.Hace algunas semanas, el canciller argentino había dicho que a fin de mayo podría haber novedades sobre el trámite legislativo, pero el proyecto sigue esperando en la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del “Majlis”, el Parlamento iraní. En las últimas horas se conoció que cuatro de los iraníes acusados por la justicia argentina inscribieron sus candidaturas para las elecciones presidenciales del próximo 14 de junio. Se trata del ex presidente Ali Rafsanjani, el ex ministro de Inteligencia Ali Falahian, el ex comandante de los Guardianes de la Revolución Mohsen Rezai, y el ex vicecanciller Alí Akbar Velayati. No obstante, hasta ahora las candidaturas presidenciales son casi anecdóticas ya que se inscribieron 686 personas. La decisión definitiva sobre los aspirantes a la presidencia la tiene el Consejo de Guardianes de la Revolución, una instancia de clérigos y juristas que tiene poder de veto sobre los candidatos (también tiene facultades para frenar decisiones del Parlamento, como podría ser el acuerdo con Argentina). Se estima que serán muy pocos los que eludirán la “purga”. Lo que no será anecdótico para la viabilidad del entendimiento por la AMIA es el resultado de esas elecciones. Allí se resolverá en gran parte la larga interna entre el sector que responde al presidente Mahmud Ahmadinejad y el que responde al ayatola Ali Khamenei. Aunque éste último no se expresó públicamente contra el acuerdo contra la Argentina, algunos de sus hombres fueron los encargados de poner palos en la rueda al proyecto. De hecho, el Parlamento está dominado por el sector ortodoxo y desde años traba la mayoría de las propuestas que impulsa Ahmadinejad. Otro sector que compone el Majlis es el de los reformistas, que encabeza Rafsanjani y trata de mantenerse apartado de esa disputa, aunque mantiene lealtad al líder supremo. El ex presidente está imputado en la causa AMIA, aunque no integra la lista de los posibles interrogados ya que no tiene pedido de captura de la Interpol. Fuentes iraníes consultadas por el diario Página/12 dijeron que una posible razón de este estancamiento del memorándum es que Interpol no desactivó los pedidos de captura, tal como pretendía Teherán. La otra versión es que la interna política es muy desfavorable a Ahmadinejad, por lo que los legisladores esperarán hasta después de las elecciones para tomar una decisión. Lo que pueda suceder con el acuerdo después de las elecciones dependerá del sector que salga vencedor. En principio, quien lo impulsa hasta ahora es Ahmadinejad, que no puede presentarse a una nueva reelección. Su elegido es el alto asesor Esfandiar Rahim Mashaei. La analista Geneive Abdo, del programa de Medio Oriente del Centro Stimson y de la Brookings Institution, le dijo a CNN que Ahmadinejad y Mashaei tienen posturas similares sobre el nacionalismo y el odio por el sistema clerical. Este último punto podría ser una complicación seria a la hora de pasar por el filtro del Consejo de Guardianes de la Revolución. Según Abdo es muy probable que ese órgano, controlado por el ayatola Khamenei, vete a cualquier aspirante de la llamada “facción desviada” del presidente, a quien los ortodoxos acusan de desviarse de los principios fundamentales del islamismo, uno de los requerimientos centrales para que se acepten las candidaturas. Del otro lado, los elegidos de Khamenei serían el mencionado Alí Akbar Velayati y el encargado de negociar con Occidente por el plan nuclear, Said Jalili. El ex vicecanciller es actualmente uno de los principales asesores del ayatola y muchos lo indican como el principal favorito para las elecciones. Al igual que Rafsanjani es uno de los acusados en la causa AMIA pero no sería interrogado porque no tiene pedido de captura. Considerado uno de los ideólogos del atentado, se descuenta que desecharía el entendimiento.
