HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 22 de enero de 2013

ELECCIONES: EL GOBIERNO NEGOCIA CON BORDÓN, MASSA, SOLÁ Y RODRIGUEZ SAÁ PARA DEBILITAR AL PRO


Por Carlos Tórtora/El Informador Público.-   En los últimos días, tres operaciones electorales coproducidas por el gobierno afloraron públicamente. Pese a su desmentida inicial, sería cierto que el ex embajador en los EEUU José Octavio Bordón conversó recientemente con Carlos Zannini acerca de la posibilidad de encabezar la lista para diputados nacionales del Frente para la Victoria en Santa Fe. La intención es obvia: el kirchnerismo necesita con urgencia un candidato que capte votos de centro para achicar la diferencia de más de 10 puntos que hoy favorece a Miguel del Sel. Para este fin, no es apto Agustín Rossi y tampoco la diputada provincial Maria Eugenia Bielsa, firme candidata al primer lugar en la lista. La hipótesis de Bordón candidato revela la tendencia del cristinismo a buscar la forma de recuperar parte del electorado de clase media que viene perdiendo desde marzo del año pasado, proceso que se aceleró con la instalación del cepo cambiario de Guillermo Moreno y que eclosionó en la calle primero el 13S y luego el 8N.
La tesis que van imponiendo algunos consultores de la Casa Rosada consiste en que, para alcanzar este objetivo, es necesario camuflar las listas de candidatos con figuras ajenas al cristinismo y que gocen de cierto predicamento en la clase media independiente. En otras palabras, un kirchnerismo light que disimule la rigidez del discurso oficialista y que sugiera la posibilidad de cambios. De algún modo, la propia CFK llevó adelante una maniobra de simulación parecida en el 2011 cuando, a lo largo de la campaña electoral, dio señales de que se estaba frente a una bisagra y que su segundo mandato giraría hacia la mejora de la calidad institucional y la convivencia política. El resultado real fue exactamente al revés. El gran triunfo obtenido en las urnas fue utilizado por la presidente para instaurar un esquema de poder más autoritario y estatista que el que había montado su fallecido marido, que en la comparación quedó como un moderado. Así las cosas, la cortina de humo del kirchnerismo light prospera en Buenos Aires alrededor del proyecto de Sergio Massa, que día a día se va perfilando como una lista paralela a la del Frente para la Victoria, que encabezaría Alicia Kirchner o Florencio Randazzo. Es decir que la presidente podría llegar a aceptar que entre en la contienda electoral el massismo como expresión de un kirchnerismo light. La idea es que, en la práctica, el intendente de Tigre le quite más votos al PRO-Peronismo que a Alicia Kirchner. Las encuestas coinciden en que la mayor parte del capital electoral de Massa está cada vez más lejos de Cristina. Lo que es difícil de saber es si estos votantes lo acompañarán a aquél en una campaña que no sería opositora sino apenas critica. Pero lo que le da un plus a esta operación es el reconocimiento de Felipe Solá de que está aliándose a Massa para integrar la misma lista que él, como anticipamos tres meses atrás. Solá pasó de ser una las figuras centrales del Peronismo Federal a declararse, después del 23 de octubre del año pasado, impactado por la victoria apabullante de Cristina. Pero lo cierto es que en la Casa Rosada no lo reconocieron como él esperaba. Así es que el ex gobernador de Buenos Aires, ante la necesidad de renovar su banca, comenzó a tejer en los últimos meses una nueva trama con Massa y José Luis Manzano, convertido en el principal asesor del nuevo proyecto. Desde ya que el equilibrio entre el naciente massismo y el cristinismo es muy delicado. Para el gobierno, el experimento podría ser exitoso si Massa queda detrás del Frente para la Victoria. Pero si ocurre a la inversa, la situación podría descontrolarse. En síntesis, la popularidad de Massa puede ser muy útil para debilitar al PRO, obteniendo entre 12 y 15 puntos. Pero el riesgo de que aparezca un Frankenstein está a la vista. También para Scioli, que le ofrecería al tigrense su apoyo para ser gobernador en el 2015, pero advirtiendo que este último piensa, como él, en instalarse en la Rosada. El pacto con los puntanos La tercera operación en marcha tiene otro perfil. Limitado en las encuestas a menos del 25% de los votos en la Capital, el cristinismo estaría dispuesto a favorecer la candidatura a Senador Nacional de Alberto Rodríguez Saá. La expectativa oficial sería que el ex gobernador puntano sume entre 8 y 10 puntos, en su mayor parte de votantes peronistas contrarios al gobierno que, en caso contrario, podrían llegar a inclinarse por los candidatos de Macri. Según los cálculos oficiales, Rodríguez Saá no impediría que el candidato k que resulte alcance la banca de senador porteño por la minoría. Sí sería, en cambio, una amenaza para el gobierno la candidatura de Pino Solanas, que cosecha votos sólo en la centro izquierda. La necesidad del gobierno de deteriorar al PRO en las próximas elecciones tiene valor estratégico. El cristinismo sería consciente de que en los próximos comicios no llegará a los dos tercios de los votos en el Congreso que le permitirían asegurarse la sanción de la ley que declare la necesidad de la reforma constitucional. Pero también sabe que un buen resultado dejaría abierta la puerta para conseguir los votos que falten negociando en el Congreso. Y que esta negociación sería más viable si el PRO sale debilitado de las urnas y la principal candidatura opositora, la de Macri, entra en crisis. Ant

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