En la Justicia Federal dictaron la falta de mérito a Tognoli, ex jefe de la Policía, pero tienen indicios de que existe una red de complicidad entre policías provinciales y federales con narcos. La cabecera del departamento General López se transformó en el principal proveedor de droga de Rosario y todo el sur provincial.
Ascaíni pagó la fianza y quedó libre.
Hugo Tognoli quedó libre el lunes a la tarde, pero en el expediente Nº 282/12A persisten indicios de una supuesta connivencia de las fuerzas de seguridad (en la bolsa entran la policía provincial y la Federal) con el clúster narco del sur provincial, con Venado Tuerto como cabecera, cuyos hilos los maneja, de acuerdo a las sospechas en la Justicia, Andrés Ascaíni, quien vive en Villa Cañás, y el fin de semana quedó desvinculado del expediente 46.921, que está en manos del juez federal Marcelo Bailaque.
En el juzgado federal N°3 señalan que esa zona de la provincia adquirió un peso muy grande en el mapa del narcotráfico y que su área de influencia no sólo es Rosario. ¿Cómo y porqué se gestó en Venado Tuerto ese nicho delictivo?
Las escuchas que cita el juez en el fallo –cuando le dicta la falta de mérito a Tognoli– hace hincapié en la vinculación no sólo de “los pantalones negros” –como llaman a los uniformados provinciales– sino también de los “puertas verdes” (Gendarmería Nacional) y los “azules” (Policía Federal).
La investigación irá ahora, según cree el juez, por un carril más alejado de la presión mediática y se centrará no sólo en Tognoli, sino en toda la cúpula que manejaba y maneja la ex Drogas Peligrosas.
Tognoli deberá saldar las cuentas pendientes en la Justicia en otro plano, ya no como jefe de la Policía como cuando se pidió su detención el viernes 19 de octubre, tras la publicación de la nota de Raúl Kollmann en Pagina 12, con las filtraciones de la PSA que hicieron estallar el escándalo. Por eso, desde el gobierno mantuvieron la cautela, aunque la decisión del juez sirvió para que algunos dirigentes del PJ vuelvan a tener los patos en fila.
En el juzgado federa N°3 consideran que es peligroso el mensaje que se le está dando a la sociedad, que parece que todo lo ligado al narcotráfico queda impune en el departamento General López. Se refieren concretamente a dos hechos. Uno es el procedimiento irregular llevado adelante en Firmat por efectivos de la Dirección Provincial de Prevención y Control de Adicciones, al mando del subcomisario Alejandro Druetta, jefe de la Brigada Operativa Nº 8 el 27 de junio contra Aldo Totola Orozco. La justicia dictaminó que el operativo en el que le encontraron un kilo de cocaína estuvo mal hecho o que los policías le colocaron la droga. Y el otro es al que tiene otra vez a Carlos Andrés Ascaíni –desvinculado del caso el fin de semana– como protagonista central, a quien también le encontraron un kilo de cocaína, pero resultó que no era esa droga , sino azúcar. No hay nadie preso.
Fuentes del juzgado señalan que nada es casualidad. Y hacen memoria. Se viene observando un comportamiento muy llamativo de las fuerzas de seguridad de esa zona, donde todos los procedimientos se realizan sin investigación previa ni judicialización. Las órdenes se piden los fines de semana a la Justicia Federal. Y otra cosa, advierten las fuentes, gran parte de los detenidos por esos procedimientos aparecen golpeados.
Silencio en la cámara
La semana pasada, cuando se aprobó en Diputados la emergencia en seguridad, ocurrió algo llamativo, que quedó encimado por el barullo de la polémica sesión. En pleno debate intenso surgió una frase de la diputada Alicia Gutiérrez que dejó mudos a muchos legisladores de la oposición: "¿Quién detuvo a (Carlos "El vasco") Ascaíni, en Villa Cañás? ¿Quién detuvo a 'Totola (Aldo Orozco), de Firmat? ¿Y quién lo liberó?", se preguntó Gutiérrez. Y comenzó a tirar sospechas. "¿Ustedes saben quién tenía la llave (de la caja fuerte) del Tribunal Federal, dónde estaba la droga que supuestamente no es droga, sino azúcar. Bueno, infórmense. La concentración de la droga es de 0,4 por ciento. Es droga, es la basura que venden a nuestros jóvenes, no es la de máxima pureza de 0,12. ¿Saben quién tenía la llave? Las llaves donde estaba guardada la droga, si alguien la cambió, las tenía el hijo de la jueza denunciante permanente de narcotráfico, el hijo de la doctora (Laura) Cosidoy. Así que cuando hablen de algo, hablen con propiedad y sepan de qué están hablando porque nosotros también tenemos memoria".
Por qué quedó libre Tognoli
A las 8.30 del martes a la mañana Hugo Tognoli, ex jefe de la Policía de Santa Fe, ingresó a los tribunales vestido de traje oscuro, con una carpeta en el brazo derecho, y enfiló directo al despacho del juez Federal Nº3 Carlos Vera Barros. Ésta vez, a diferencia de cuando lo trajo detenido la TOE el lunes 22 de octubre, ingresó por la puerta principal de rejas coloniales. Un día después de que el magistrado le dictara la falta de mérito, Tognoli terminó la diligencia judicial que le devolvió la libertad, aunque seguirá bajo la lupa de la justicia federal, como señaló la fiscal Liliana Bettiolo, quien advirtió que “aún queda mucha prueba por rendir” en el expediente Nº 282/12A. El juez no encontró hasta ahora pruebas de peso para procesar al comisario, aunque existen indicios que “constituyen un obstáculo” para dictar el sobreseimiento, como solicitó el abogado defensor Eduardo Jauchen. Hoy a la mañana la defensa de Tognoli pidió la anulación de todo el proceso, algo que el magistrado aún no había empezado a estudiar.
Tognoli quedó en libertad el lunes al mediodía, luego de que Vera Barros firmara la falta de mérito para el ex jefe de la Policía, que quedó imputado a partir de dos elementos de la causa que fueron publicados el viernes 19 de octubre en Página 12, que planteaban la hipótesis de una supuesta “connivencia (de Tognoli) con la actividad del narcotráfico”. En la resolución judicial, a la que tuvo acceso Cruz del Sur, Vera Barros señala que hay dos puntos del expediente que complicaban a Tognoli. Uno es –como le adjudicó la fiscal– haberle facilitado al supuesto narcotraficante Carlos Ascaíni, de Villa Cañás, la información de que los vehículos que lo perseguían en el mes de noviembre de 2009 eran de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La consulta que se hizo el 25 de noviembre al Registro Nacional de Propiedad Automotor pertenecía a la "Dirección General de Prevención y Control de Adicciones-Hugo Tognoli". Según la imputación de la fiscal, esto “motivó la frustración de la investigación llevada a cabo por dicha fuerza de seguridad, colaborando de ese modo en la impunidad y continuidad de la actividad delictiva de Ascaíni”. En la indagatoria, Tognoli explicó cómo era la “modalidad” de trabajo en relación a la solicitud de esas claves. Dijo que como titular de Drogas solicitaba las claves al registro, y que después “se recepcionaba un sobre que era abierto por la Secretaría General, cuyo jefe era el comisario mayor Juan Eloy, y era entregada a los destinatarios para quienes se las había solicitado”. “Esa nota venía con un nombre de usuario a quien el responsable le colocaba una contraseña de su conocimiento personal para poder acceder a la base de datos”. Lo que favoreció a Tognoli en este punto del expediente fue la declaración del comisario de la seccional 2ª Néstor Fernández, detenido el viernes y excarcelado el domingo, quien “reconoció como propia la firma obrante en el acta del código de usuario segu210183”. “Lo declarado por Tognoli en relación a la consulta sobre el dominio que oportunamente se le imputara, resulta concordante con las probanzas colectadas”, dice el juez Vera Barros en los considerandos del fallo. Según fuentes judiciales, Fernández estaría aún más complicado en el caso, y se prevé que vuelva a ser llamado a declarar.
El otro elemento que seguirá siendo investigado y en el que aún existen dudas en el juzgado federal son las escuchas telefónicas entre supuestos narcos, policías y la titular de un cabaret. En el fallo, donde se transcriben parte de las escuchas, se hace hincapié en los indicios que existen aún sobre la supuesta complicidad entre narcos y uniformados. Entre ese material existe una desgrabación en la que Ascaíni le dice a sus interlocutores que nadie de la policía provincial se iba a meter con ellos porque ante cualquier contratiempo lo arreglaba con un “simple llamado telefónico”.
Tognoli es mencionado en un mensaje de texto enviado por el comisario mayor (retirado) Oscar Ledesma a una mujer identificada en la causa como Nilda Luques, que regenteaba un prostíbulo en Venado Tuerto y habría consultado al uniformado a quién comprarle cocaína y dónde pedir protección. Ledesma respondió por SMS: "El de Cañás es Ascaíni y el de Villa Cañás 30.000 directo con Tognoli".
Pero más allá de este SMS y de Tognoli el magistrado considera que las escuchas dejan indicios de la complicidad de la policía santafesina y la Federal con narcos del sur provincial. Y hasta surgieron hipótesis que apuntan a que parte de la droga que se vende en Rosario proviene del clúster de narcos de Venado Tuerto y Villa Cañás, donde, según sospechan en el juzgado, había protección para moverse con tranquilidad. Fuentes judiciales afirmaron que no es una casualidad que “todos los procedimientos de drogas en estas localidades del sur provincial son de calle. Es decir, que previamente no se judicializan y sólo se piden órdenes cuando está todo acabado”, reconocieron.
Una voz en el teléfono
En la foja 615 del expediente 282/12A se reseña una escucha telefónica en la que supuestamente Carlos Andrés Ascaíni, acusado de ser un narco de los más importantes del sur provincial, le cuenta a otro de la banda que “llevaba el fierro en el baúl, que le avisó al…al boludo este de…del jefe al Beto (que se sospecha que es Néstor Fernández, actual comisario de la seccional 2ª de Rosario). Dice, según consta en el documento judicial, que “para mi están todos arreglados”. En otra conversación grabada Andrés (que sería Ascaíni, según el tribunal) charla con un tal Ale, que estaba siendo “molestado” porque “saben que trabaja” para Ascaíni. Éste le dice que no se preocupe, que “anda asustando gente de chamullo y que te doy la garantía y la seguridad de que a vos la gente de ahí de…de Venado de los azules…tanto los puertas verdes (Gendarmería Nacional) como los federales, ninguno de los dos te van a molestar…y eso…yo esto te doy…te doy la garantía que nadie te va a molestar, en eso en lo otro…viste”. Insiste: “Yo te doy la garantía de que los muchachos estos de pantalones negros no te van a molestar….Vos quedáte tranquilo que los únicos que nos pueden embagallá están del lado nuestro. Mientras nosotros le pongamos como corresponde nadie te va a embagallá…vos… y te digo más…eso de eso si querés la semana que viene voy, te llevo y te presento al Federal”.
