El chiste presidencial: Cristina Kirchner hablaba con gente de la localidad de Berazategui, en la inauguración de una fábrica de cosméticos. Y allí pidió charlar con dos empleados. Primero habló con una chica llamada Yanina, que le contó que trabajaba en la "máquina de pomos". "Van cayendo y yo los pongo en los estuches", relató la joven. Instantes después solicitó hablar con el chico que estaba al lado de la joven.
"Hola, Gustavo, ¿vos qué hacés? Contame", consultó la mandataria. "Soy operario de la máquina llenadora de pomos", respondió el chico. Entonces la jefa de Estado salió con un remate inesperado: "O sea, llenas el pomo a Yanina… está bueno, ja ja ja". Los jóvenes escucharon azorados la frase de la jefa de Estado y apenas atinaron a esbozar una sonrisa nerviosa, que provocó una nueva intervención de la mandataria: "No se dieron cuenta del chiste, un poquito subido de tono para la Presidenta pero no importa. Dale, dale, sigamos que nadie se dio cuenta, ja ja ja. No se pongan nerviosos, chicos"
"Hola, Gustavo, ¿vos qué hacés? Contame", consultó la mandataria. "Soy operario de la máquina llenadora de pomos", respondió el chico. Entonces la jefa de Estado salió con un remate inesperado: "O sea, llenas el pomo a Yanina… está bueno, ja ja ja". Los jóvenes escucharon azorados la frase de la jefa de Estado y apenas atinaron a esbozar una sonrisa nerviosa, que provocó una nueva intervención de la mandataria: "No se dieron cuenta del chiste, un poquito subido de tono para la Presidenta pero no importa. Dale, dale, sigamos que nadie se dio cuenta, ja ja ja. No se pongan nerviosos, chicos"