EN BRASILIA PESA MÁS LA INDUSTRIA QUE EL MERCOSUR
Tener como principal mercado de exportación de nuestras manufacturas industriales a un país que está entre las diez principales potencias económicas mundiales es una gran ventaja comparativa. La Argentina tiene, en ese sentido, muchas formas de aprovechar el “efecto succión” de su vecino. Pero uno de los costos de este contexto es que Brasil, más sensible a los flujos comerciales y financieros internacionales, frenará más rápido si crece la desaceleración global, o peor aún, de recesión.
La Argentina, en ese sentido, está más protegida por el alto beneficio que le reporta el complejo agropecuario. Según un informe de abeceb.com, desde los ‘90 a hoy la cosecha de soja se quintuplicó y pasó a 50 millones de toneladas. Brasil produce 75 millones de toneladas. Ambos países destinan cerca de la mitad de su superficie cultivable a la oleaginosa pero por vender más porotos que subproductos, para los vecinos en 2010 las exportaciones representaron u$s 18.000 millones, frente a los u$s 27.000 millones que dejaron en el país. Brasil no tiene esa ventaja y sus decisiones más recientes de política económica muestran que hará lo necesario para proteger a sus empresas. Y si le queda margen, se ocupará del Mercosur. Unasur ni siquiera es su problema.