Buenos Aires, 5 Ago. 11 (AICA)
De visita en la Argentina, el portavoz de la organización francesa Droit de Naître (Derecho a Nacer), Georges Xavier Martin, brindó una charla en Buenos Aires organizada por la Fundación Argentina del Mañana. Previo al encuentro, Martin conversó con la agencia AICA y compartió sus impresiones sobre la defensa de la vida en América Latina, y las consecuencias que dejó en Francia la aprobación del aborto. Martin conoce de cerca la región, disertó en varios encuentros y no es la primera vez que viene a la Argentina.
-¿Qué observa sobre la situación latinoamericana en defensa de la vida?
-Conozco sobre todo el caso colombiano. Porque Colombia tiene muchas similitudes con la Argentina, mucha población, población católica. En Colombia la Corte Suprema mandó legalizar el aborto. Eso fue un caso muy estudiado. Los detalles son muy interesantes para ver cómo el movimiento feminista actuó allí.
-Uno de los casos más emblemáticos es el de Uruguay, donde el ex presidente Tabaré Vázquez vetó una ley promovida por su mismo partido que despenalizaba el aborto.
-Ese caso repercutió en Europa. Fue publicado en Italia en portada de una revista italiana con 20 mil ejemplares “Raíces Cristianas”. Sorprendió mucho que un médico, que era presidente, haya utilizado bastantes argumentos que los movimientos provida y católicos utilizan en otras partes. Prueba de que los argumentos son buenos.
-¿Cree que en América Latina hay presiones externas que influyen en las tendencias a despenalizar el aborto?
-Nosotros hemos comprobado que hay muchísimas presiones externas, e inclusive financiamiento externo, y que influencian a los líderes políticos de cada país, porque existen todavía las famosas teorías que sostienen que la tierra no tiene que ser poblada porque van a faltar medios en el futuro, teorías completamente superadas científicamente.
-¿Qué consecuencias trajo la aprobación del aborto en Francia?
-Trajo consecuencias tremendas. Francia es uno de los países con mayor tasa de suicidios entre los jóvenes. Y es un país que ha sufrido un incremento en la tasa de abortos entre los jóvenes y menores. Y una de las consecuencias del aborto son las tentativas de suicidios entre los jóvenes. Actualmente hay 12.800 suicidios por año. Y me parece que el aborto tiene una influencia clara y evidente. Sin contar cómo la familia se fue deshaciendo debido a la cantidad de personas que se separan, y el aborto tiene mucho que ver en ese sentido, contrariamente a lo que se podía pensar.
-¿Cómo contrarresta esta situación la organización “Derecho a Nacer”?
-“Derecho a Nacer” es un movimiento que nació a fines de 1995, después de que Juan Pablo II publicó su carta encíclica Evangelio de la Vida. Nosotros la estudiamos y comenzamos a realizar acciones de presión ante los políticos. Después a sensibilizar, sobre todo a la gente que había perdido la esperanza pensando que cuando una ley se aprobó no se puede volver atrás. Hemos conseguido que el movimiento provida se articule de una manera mucho más activa. Una de las pruebas es que con la primera marcha por la vida, en 2005, cuando se celebraban los funestos 30 años de la ley, éramos menos de cinco mil personas. En la última reunimos a 40 mil. Después se creó una mentalidad provida, que se manifiesta en internet y en varias manifestaciones públicas; y en las grandes cuestiones políticas se comienza a reconocer de manera bien clara quiénes son los candidatos provida y quiénes promuerte.
-¿Qué consejos daría a quienes se movilizan en defensa de la vida en la Argentina?
-Utilizar todos los argumentos. No tener miedo a decir las cosas como son. Primero, el aborto es un crimen moral. Aferrarse a todos los argumentos científicos. Hoy, las radiografías en tres dimensiones muestran cómo desde la concepción hay una vida completamente creada, desde las 7 semanas el corazón ya late. Hay argumentos científicos que muestran cómo los niños cuando son abortados sufren y tienen dolor.
Una de las grandes metas de los movimientos feministas es querer dividirnos, pero tenemos que estar unidos todos los que tenemos los mismos sentimientos provida, pro familia, seamos católicos o de otras religiones. No debemos tener miedo de utilizar, inclusive, los argumentos religiosos, sobre todo en una nación como la Argentina que es una gran nación católica. La victoria de los movimientos feministas es que dividen y quieren que los católicos no usemos argumentos religiosos. Y me parece que por eso ganaron en Colombia.+ (Esteban Píttaro)
