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ARRASA EL PARTIDO POPULAR EN ELECCIONES MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS EN ESPAÑA.
Con casi el cien por ciento de los votos escrutados, el Partido Socialista Obrero Español se vio derrotado por el conservador Partido Popular, quien les sacó diez puntos de ventaja.
Los socialistas españoles sufrieron hoy un duro castigo del electorado que dio una contundente victoria al conservador Partido Popular (PP) en las elecciones municipales y autonómicas celebradas bajo el influjo de la crisis económica y consideradas un anticipo de las generales del próximo año. Con casi el cien por ciento de los votos escrutados, el PP saca diez puntos al PSOE en los comicios municipales al lograr 37,54 por ciento de los votos, frente al 27,80 de los socialistas. La derrota del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es histórica porque afecta a alguno de sus principales feudos, como la Comunidad de Castilla-La Mancha, el ayuntamiento de Barcelona y las ocho capitales de la región de Andalucía, incluida Sevilla. El presidente del Gobierno y líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció abiertamente la derrota, que atribuyó a la crisis económica que afecta a España desde hace tres años y que recordó "ha causado la destrucción de dos millones de puestos de trabajo" y ha sembrado la incertidumbre entre la población. "El PSOE ha recibido hoy un castigo en las urnas, lo asumimos. No hemos sabido llegar a muchos de nuestros ciudadanos", afirmó Zapatero, que sin embargo descartó un adelanto de las elecciones generales, previstas para marzo de 2012, porque -dijo- la prioridad ahora es "culminar las reformas" necesarias para superar la crisis. Pero, el vencedor PP, a través de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, donde los populares revalidaron su mayoría absoluta tanto en el parlamento regional como en el ayuntamiento, pidió esta noche a Zapatero que adelante los comicios. A su lado, en el balcón de la sede 'popular' de la capital española, Mariano Rajoy, se comprometió a que el PP gobernará para todos, les hayan votado o no, mientras miles de simpatizantes de su partido coreaban a gritos "Zapatero, dimisión". Para el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, con Rajoy, "el PP ha conquistado el futuro". Las elecciones municipales y autonómicas de hoy dejan un mapa político en España en el que el PP domina los ayuntamientos y también la mayoría de las Comunidades Autónomas. Los socialistas conservan el gobierno de Andalucía y el País Vasco -en este caso con apoyo del PP-, donde hoy, al igual que en Galicia y Cataluña, se celebraron los comicios locales pero no los autonómicos.
Aunque el Partido Popular ha ganado las elecciones por primera vez en Extremadura, otro de los grandes bastiones del PSOE, los socialistas podrían mantener el gobierno de esa región si pactan con Izquierda Unida.
El triunfo popular tuvo también su reflejo en Valencia, donde han aumentado su mayoría absoluta en un escaño más, pese a que su líder en esta región mediterránea, Francisco Camps, se ha visto salpicado por su supuesta vinculación en una trama de corrupción, asunto que no le ha pasado factura.
Los comicios de hoy depararon algunas sorpresas como la pujanza de la coalición independentista vasca Bildu, que ganó las elecciones en la provincia de Guipúzcoa y en el ayuntamiento de su capital, San Sebastián, gobernado hasta ahora por uno de los más veteranos dirigentes socialistas vascos Odón Elorza.
Bildu se sitúa como primera fuerza municipal en número de concejales del País Vasco, con 907 ediles, aunque en porcentaje de voto es la segunda, con el 25 por ciento de los sufragios, por detrás del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Esta coalición, que aglutina a varios partidos a favor de la independencia del País vasco, consiguió entrar también en los municipios de la vecina Navarra después de que el Tribunal Constitucional español autorizara su presencia en los comicios tras revisar una anterior sentencia del Tribunal Supremo que lo prohibió por vincularla a la organización terrorista ETA.
La gran subida de votos del partido de centro Unión, Progreso y Democracia (UPyD), creado hace cuatro años por la ex eurodiputada socialista Rosa Díez y que se presentaba por primera vez a las elecciones locales, es otra de las grandes sorpresas de la jornada electoral al situarse como quinta fuerza política.
UPyD, que basa su programa en la unidad de España, en la reforma electoral y en la recuperación por el Estado español de algunas de las competencias cedidas a las comunidades autónomas como la Educación, ha logrado entrar con fuerza en la Asamblea de Madrid y en su Ayuntamiento, así como en otras regiones.
Estas elecciones tuvieron como trasfondo las protestas que desde hace una semana mantienen en las plazas de las principales ciudades españolas miles de ciudadanos "indignados", principalmente jóvenes, que reclaman una regeneración democrática y un cambio social y que habían pedido que no se votara a los dos grandes partidos, el PP y el PSOE.