CRISTINA KIRCHNER, REPSOL Y LOS BOMBARDEOS DE KADAFI
Según datos de una reconocida ONG internacional, el gobierno libio posee acciones en las empresas Repsol-YPF y Telefónica. El oscuro vínculo entre un dictador y el kirchnerismo.
El 21 de febrero de este año, el mandatario libio Muamar Kadafi ordenó a su ejército bombardear diversas manifestaciones que se estaban realizando al este del país africano. Los cientos de muertos que dejó aquella operación militar escandalizaron al mundo entero, mostrando, a la luz de las explosiones, la tiranía que gobierna Libia desde hace más de 40 años.
Países como Estados Unidos aprovecharon la situación para preparar una invasión militar con el objetivo puesto en los dividendos de las gigantescas reservas petroleras. La presidenta Cristina Fernández condenó la intervención y acusó a las potencias de “resolver las cuestiones entre países a bombazos”, pero evitó hacer referencia alguna sobre las atrocidades cometidas por el régimen de Kadafi.
Un documento de la Autoridad Libia de Inversiones filtrado por la ONG Global Witness da cuenta de que el gobierno de Kadafi posee acciones en diversas empresas españolas con gran arraigo en la Argentina, entre ellas Repsol (que tiene el 58,23% de las acciones de YPF) y el Grupo Telefónica. Ambos conglomerados económicos tienen un peso significativo en las políticas de Estado del Ejecutivo nacional, por lo que la omisión gubernamental sobre los horrores perpetrados en el país africano salieron a la luz, poniendo en la mira la relación del kirchnerismo con las multinacionales que operan en la región. Según la información vertida, el fondo libio disponía de 88,8 millones de dólares (unos 63 millones de euros) en acciones de Repsol, mientras que, en el caso de Telefónica, la cifra ascendía a 146 millones de euros. Asimismo, la petrolera española tiene grandes negocios apostados en tierras libias (ver recuadro), por lo que la presión sobre las decisiones de Estado no son para nada desdeñables. “Es determinante que Repsol esté invirtiendo grandes sumas en Libia. Es por ello que España participó de la coalición que intervino en dicho país”, indicó a Hoy Gustavo Callejas, exsubsecretario de Energía de la Nación y especialista en la temática.
El Gobierno y sus intereses en YPF
La conexión entre el Gobierno nacional y Repsol tiene su canal de comunicación a través del grupo empresarial Petersen, encabezado por la familia Eskenazi, la cual, de la mano del kirchnerismo, ha logrado hacerse de poco más del 25% de las acciones de YPF, en un proceso por demás escandaloso: gran parte de las acciones se adquirieron con las ganancias que da la propia empresa. Así se evita que la Argentina pueda volver a tener una empresa estatal testigo que defienda los intereses nacionales y pueda instrumentar políticas a corto, mediano y largo plazo para superar la crisis energética (las reservas de gas y crudo vienen disminuyendo de forma sostenida) que se registra desde hace años. Enrique Eskenazi inició su actividad empresarial con el grupo Bunge y Born. En 1996 conoció a Néstor Kirchner en las primeras tratativas para la adquisición del Banco de Santa Cruz. “La relación entre el Gobierno y Eskenazi es muy intensa y profunda. Eskenazi es el dueño del Banco de Santa Cruz, el famoso banco que llevó al exterior las regalías de YPF de esa provincia. No se sabe qué pasó con esos intereses. Esto resulta un punto oscuro de Eskenazi con el kirchnerismo”, señaló a Hoy Félix Herrero, director del Instituto de Proyectos de Proyecto Sur y economista del Grupo Moreno. Según Herrero, Eskenazi obtiene el primer 15% de las acciones gracias a “las presiones del gobierno de Néstor Kirchner”, y termina comprando el resto de las acciones de forma extraña, es decir, por un lado a partir de empréstitos otorgados por la misma empresa vendedora, o sea Repsol; y, por otro lado, recibiendo dividendos de YPF, en años en que el grupo Petersen no poseía ningún capital dentro de la empresa.
Otro aliado español
El Gobierno y el Grupo Telefónica
El Grupo Telefónica es otro de los ejemplos de una multinacional amiga del kirchnerismo. La nueva ley de Servicios Audiovisuales prohíbe que una empresa extranjera o una compañía de servicios públicos sea propietaria de una licencia de radiodifusión, pauta en la que el oficialismo tuvo que ceder, ya que en los comienzos del proyecto exoneraba de dicho requisito a las telefónicas. Así y todo, el Gobierno intentó, un año después de sancionada la ley, que la compañía telefónica pudiera quedarse con Telefe hasta el año 2025, pretendiendo que sólo las empresas extranjeras que adquirieron licencias de medios con posterioridad a la sanción de la ley de Preservación de Bienes Culturales sean las que cumplan dicho requisito.
Repsol, con los ojos puestos en Africa
Repsol es la empresa española con mayor presencia en Libia. Posee derechos mineros sobre nueve bloques, ocho de exploración y uno de explotación. La compañía produce 34.777 barriles equivalentes de petróleo al día, y, más allá de que la relación comercial entre el país africano y las compañías españolas no sea la preponderante, en los últimos años el país europeo ha apostado a intervenir aún más en el país africano.
Cabe recordar que Repsol firmó en junio de 2008 una extensión hasta 2032 de sus contratos de operación y exploración en Libia. La coalición impulsada por Estados Unidos y Francia que invadió Libia tiene como único objetivo apropiarse, al estilo de Irak y Afganistán, de los inmensos pozos petroleros de una de las zonas más ricas del planeta. De ahí que el gobierno español decidiera ser parte de aquella intromisión extranjera, pese a los costos internacionales que tal decisión implicarían para el país ibérico. “Al intervenir el gobierno español en la coalición, se asegura que el negocio permanezca. España juega a dos partes, si se queda Kadafi, seguirá haciendo negocios, y si se va, también”, aseguró Gustavo Callejas, exsubsecretario de Energía.
Una amistad de años
“Sumando voluntades”
“Es necesario sumar voluntades de todos los que creemos que debe existir una sociedad más justa”, afirmó la presidenta Cristina Fernández tras un encuentro que mantuvo con Kadafi en el año 2008.
López Rega y los negociados con Libia
“Dime con quién andas y te diré quién eres”, afirma el dicho popular, concepto aplicable a la figura de Kadafi. Distintas investigaciones aseguran que el mentor de la Triple A, José López Rega, fue el encargado de los vínculos políticos entre el gobierno de Isabel Martínez de Perón y el del líder libio. De aquella relación, el “Brujo” intentaba intercambiar alimentos argentinos por energía árabe, proyecto que terminó canalizándose en la creación de la Unidad Operativa Proyecto Libia, a cargo del ministro de Economía de ese momento, Celestino Rodríguez, quien fue el responsable de administrar un total de 200 millones de dólares.
Fuente: Diario Hoy