HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

lunes, 24 de enero de 2011

DANIEL 
JORAJURÍA


El secretario Gremial de la CTA, Daniel Jorajuría, desconoció el acuerdo entre la UIA y la CGT para fijar topes a las negociaciones salariales, denunció al Gobierno de proscribir a la Central al no otorgarle la Personería Gremial y ratificó que en esta nueva coyuntura, la Central de Trabajadores de la Argentina “volverá a ganar las calles para hacerse cargo del conflicto social”. Para el dirigente gastronómico, “a ningún trabajador se lo engaña con los números dibujados del INDEC. A la inflación la padecemos todos los días”, aseguró a ACTA.
Según Jorajuría, al Gobierno “no le interesa de escuchar de primera mano cómo la falta de Personería Gremial afecta a los trabajadores de carne y hueso que no piden más que tener organizaciones que realmente los representen”. En declaraciones formuladas a ACTA dijo que “en la Argentina no se protege el derecho de asociación, sólo el 15% de las empresas tiene representación en los lugares de trabajo”. Y agregó: “Para colmo hay discriminación porque en el Estado hay pluralidad y en el sector privado no”.

Daniel Jorajuría es uruguayo y llegó a la Argentina en 1972 por razones políticas. En el año 1995 ingresa a la CTA, se recibe de abogado y en 1997 conforma la Nueva Organización Sindical Gastronómica (NOS-CTA), entidad simplemente inscripta de la que es su secretario general. Actualmente se desempeña como secretario Gremial de la nueva conducción después de coordinar durante años el espacio de las organizaciones de nuevo tipo enroladas en la CTA.

A continuación, parte de la charla mantenida con la Agencia de Noticias de la CTA:

¿Usted tiene una fijación con la lucha por la libertad sindical?

Sí. En el año 1996 empezamos a organizar las primeras jornadas de capacitación con delegados de todo el país. Y ahí, recuerdo, fueron los mismos compañeros los que plantearon el principio de ‘desregulación’ sindical. Ese fue el envión de una lucha que ahora nos lleva a reclamar democracia y libertad sindical ante el Gobierno y la OIT. Esa bandera comenzó a flamear en aquellos encuentros de delegados.

O sea, cero sindicalismo empresarial.

Los compañeros nos transmitían que ellos se sentían acorralados, prisioneros de la organización gremial que no los representaba, que entregaba sus derechos, sus conquistas laborales. Nos decían que nadie los defendía en serio, que lo único que hacían con ellos era sacarle dinero. Recuerdo claramente una reflexión de aquellos días: es como si un hincha de River Plate le pagara la cuota social a Boca Juniors. Está todo dicho.

Pese a toda el agua que corrió bajo el puente, el Gobierno sigue mirando para otro lado.

Después de casi 20 años, después de haber construido una identidad con la clase trabajadora, después de asumir esa representación en nombre de todos los trabajadores, no puede ser que se siga desconociendo nuestra Personería Gremial, por eso también vamos a profundizar en esta etapa la lucha por libertad y democracia sindical, eso significa construcción de poder político, económico y social para los trabajadores”.

No somos todos iguales.

Al no tener Personería Gremial se genera un marco de debilidad en que los trabajadores que se organizan terminan despedidos. Hay permanentemente un mensaje de terror al trabajador que intenta agruparse, como parte de un modelo de política que dominó la Argentina por mucho tiempo. Teniendo el poder absoluto de los trabajadores los sindicalistas han modificado sus estatutos para que no cambien los dirigentes, allí no existe democracia que es lo que nosotros pedimos.

¿Qué propuestas tienen para esta etapa de la Central?

Tenemos un eje fundamental: No se puede resolver la situación sin la participación de los trabajadores, si ellos no encuentran canales de comunicación con el Estado y todas sus instituciones. Y también es fundamental la lucha por la libertad y la democracia sindical.

¿En estas elecciones se revalorizó el tema de la autonomía?

Por supuesto, para nosotros las organizaciones obreras debieran ser autónomas de cualquier patrón, gobierno o partido. Las cuestiones de los trabajadores las decidimos entre nosotros, respetando las ideologías, y esa autonomía no debe regalarse a ningún gobierno. La fundación de la CTA es un ejemplo. En la década del 90 la herramienta de los trabajadores se puso en manos del gobierno, llevando a cabo una política neoliberal de la manera más salvaje. Pero los trabajadores tenían que construir una organización nueva para hacer frente a esto. Era revolucionario, nos decían que algo así no se podía hacer, que no se debía crear una nueva herramienta. Nacimos con 128 compañeros en Burzaco y hoy somos más de un millón y medio de afiliados.

La UIA y la CGT hablan de Paritarias con piso y techo

La CTA no acepta ningún condicionamiento para discutir los salarios y condiciones de trabajo. Desconocemos los acuerdos de cúpula funcionales al poder que pretenden encorsetar el conflicto social. La puja por el ingreso está presente y se va a acrecentar porque, como decía Perón, los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera. Aunque dibujen los números del INDEC, a ningún trabajador pueden convencer de que no hay inflación. La padecemos todos los días. Quieren poner un cepo a los reclamos de los trabajadores mientras los empresarios amasan ganancias fabulosas.

¿La CTA se prepara para hacer frente a esas demandas?

Nuestro secretario general, Pablo Micheli, ha sido claro como lo hemos sido todos los integrantes de la Lista 1 Germán Abdala que ganó las elecciones del año pasado. Vamos a volver a ganar la calle y a hacernos cargo del conflicto social. Esa es nuestra razón de ser.

Más unidad, organización y participación parece ser la consigna.

Con la organización sindical no alcanza. Es necesario que alimentemos el nuevo Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación haciendo lo que tenemos que hacer y fortaleciendo el proceso hacia una Constituyente Social. Y eso lo vamos a conseguir desde una central de masas que profundice sus niveles de inserción, referencia y representación en el seno de la clase trabajadora.

FUENTE: ARGENPRESS:Info

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