WIKILEAKS: EL ATENTADO TRANSPARENTE
POR PABLO ROSSI
Es injusto para Obama y bueno para el mundo. El Presidente de Estados Unidos llegó al poder como el primer líder 2.0. Su equipo se valió de las redes sociales, los bloggers y los vídeos caseros en You Tube para reclutar millones de militantes virtuales que amplificaron su imagen hasta los límites lejanos de la Gran Aldea. Internet fue su principal unidad básica y su comité digital lo convirtió en una especie de gurú universal descendiendo desde el márketing a la Casa Blanca.
El romance virtual duró hasta que el barro de la crisis social y financiera lo obligó a decisiones cruciales para gente de carne y hueso que no habita, ni se alimenta, ni se cura en la red. Hace pocos días acaba de sufrir una humillante derrota electoral como castigo a los magros resultados obtenidos en mejorar la vida de los norteamericanos. Detrás de la paliza de las urnas también se encuentra agazapada una derecha republicana apoyada en el nacionalismo y el nombre de Dios.
La lección para Obama, el restaurador americano de la simpatía y de las relaciones públicas con el resto del mundo, es que las redes sociales pueden consagrar velozmente o atrapar irremediablemente a sus productos más publicitados. La transparencia puede ser un bien social o convertirse en una marea de impudicia. Internet es ingobernable, no tiene dueños ni socios vip.
El grupo de intrusos comandado por Julian Assange encarna a la perfección “la invasión de los bárbaros” que describe en su Ensayo sobre la mutación, Alessandro Baricco. Un intento por inventariar las aldeas saqueadas, los totems derribados, (el secreto diplomatico) las nuevas batallas que libran aquellos que han hecho de Google su campamento de guerra. Generaciones anfibias que se adaptan a un mundo líquido que no respeta la solidez de los templos. Una forma de entender la cultura como navegación rápida por la superficie y búsqueda de espectacularidad.
Y vaya show que se produjo. ¿Chismografía de salón de té en la Embajada o atentado a la seguridad estadounidense? Parece mas bien lo primero, con el agravante que al cobrar realidad en la luz pública, trivializa el concepto de Inteligencia con que se barnizaba el cotilleo político y los pensamientos incorrectos. La indiscreción a escala mundial no reveló hasta ahora ningún plan secreto ni una invasión en ciernes, pero humilla al Departamento de Estado con la duda corrosiva sobre su capacidad para manejar información aún más sensible.
Para Obama es injusto porque su objetivo fue menguar la imagen del Imperio unilateral que perfeccionó George Bush. Es cruel porque Wikileaks no ha descubierto la impunidad de un Watergate sino más bien la vetustez de un modelo diplomático con elementos propios del reality show. Un Gran Hermano de salón. Pero es a la vez una excelente noticia para la Gran Aldea que sueña desde tiempos inmemoriales con que la luz le gane la partida a las oscuridades del poder.
Otro italiano, Gianni Vatimo, poco después de la caída Muro de Berlín aventuraba en su libro, La sociedad transparente, el arribo de un mundo con pensamiento débil, un planeta de mil pantallas diversas multiplicadas por los medios de comunicación. La destrucción de los grandes relatos y el reemplazo por sus escombros. Un desplazamiento del autoritarismo a la convivencia con las minorías que toman la palabra y la información en su poder. Vatimo lo describió, Internet hizo el resto.
Nuestros hijos nacen con ADN digital y acceden a la red antes que a la Historia. Sin que nos percatemos le crecen branquias para adaptarse y respirar en el nuevo mundo líquido que se mueve con el vértigo de las correntadas cristalinas. Ellos irán por todo. Ningún lugar secreto ni oscuro entrará en su imaginario. La red es poder de acceso e ilusion de transparencia absoluta. Por eso Wikileaks molesta y revoluciona. Porque desafía a comprender un mundo en ciernes y a soportar el ataque de los bárbaros a nuestras certezas saqueadas.
FUENTE: ROSSIBLOG - GENTILEZA DE PATRICIA CAO SARAVIA