Si bien estaba prevista tal posibilidad, el voto desempate del Vicepresidente de la Nación y Presidente del Senado Nacional, Julio Cobos, sorprendió al país y al mundo esta madrugada. No sorprendió tanto su postura, que había sido clara durante el prolongado conflicto con el campo. Sí el peso decisorio que le cupo por imperio de las terribles miserabilidades, expuestas a la vista obcenamente, como si de eso se tratara la política. Se ve que para muchos otros, no es así. No es solo un voto, no es solo un desempate "traidor" para Néstor y Cristina. Es la vital comprobación de la existencia de la dignidad y la valentía, valores bien argentinos, de los cuales ningún cristiano por éstas tierras se ha arrepentido jamás. Para los tiempos que corren, lo de Cobos es digno de un auténtico estadista. Se puede, siempre se puede.
HANNAH ARENDT
En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".
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