HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 9 de noviembre de 2010

AMNISTÍA INTERNACIONAL BUSCA IMPONER EL ABORTO EN HISPANOAMËRICA.

Managua, Nicaragua - AICA)

La organización británica Amnistía Internacional busca imponer el aborto en Hispanoamérica con financiación de la Fundación Ford de los Estados Unidos, según denuncia Pro-Vida. Una de las principales organizaciones sedicentes “defensoras” de los derechos humanos (según el anticristiano nuevo orden mundial, el aborto es un derecho humano, y oponerse a él es ir contra los derechos humanos) intensificó la semana pasada su promoción del aborto y apuntó a Hispanoamérica, especialmente a Nicaragua.

En una declaración publicada el 28 de septiembre, coincidente con el “Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe”, la asociación ultraizquierdista Amnistía Internacional exigió que los gobiernos despenalicen el aborto inmediatamente.

La organización, que se titula defensora de derechos humanos, se refirió concretamente a Chile, El Salvador y Nicaragua al decir que es “vergonzoso” que estos países tengan leyes que penalizan el aborto bajo cualquier circunstancia.

Amnistía Internacional, que alguna vez fue neutral respecto del aborto –fue fundada por un católico converso en 1961–, ahora surge como un ruidoso proponente de dicha práctica. En 2009 recibió una donación de un millón de dólares de la Fundación Ford, la cual promueve el control de la población desde hace muchos años y subvenciona a las organizaciones que promueven el aborto y la anticoncepción en los países en desarrollo.

En su publicación de la semana pasada, Amnistía Internacional reservó sus críticas más duras para Nicaragua. Dijo que ese país “retrocedió”, porque recientemente penalizó el aborto bajo cualquier circunstancia. La organización internacional y sus socios nicaragüenses enviaron 37 000 firmas al presidente Daniel Ortega para exigir que derogue las leyes de su país que penalizan el aborto.

La publicación de Amnistía Internacional fue pensada para generar gran preocupación al decir que la prohibición del aborto fomenta el suicidio y el aborto autoprovocado, y afirma que en los países donde el aborto es delito, “si una mujer o niña es violada por un familiar, la penalización significa que el Estado las obliga a dar luz a su propio hermano o primo”.

La declaración elogia a Cuba, que despenalizó el aborto hace varias décadas, y también a la Ciudad de México, que hizo lo mismo en 2007.

Según la declaración, los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos exigen la despenalización del aborto en todos los países de América hispana y el Caribe. Sin embargo, no existe el derecho al aborto en ningún tratado de la ONU de derechos humanos. La Convención Americana de Derechos Humanos, ratificada por Nicaragua, en su lugar, consagra expresamente el derecho a la vida desde el momento de la concepción.

Amnistía Internacional apuntó en otra oportunidad a las leyes nicaragüenses que protegen la vida. El año pasado adujo que las leyes de ese país centroamericano dan lugar a la tortura o, al menos, al trato cruel, inhumano y degradante, y que, por tanto, violan la Convención de la ONU contra la Tortura.

El año pasado, la Fundación Ford –a la que se acusa de ser un sello de la CIA- destinó su millonaria donación a la Campaña Global de Amnistía Internacional por la Dignidad Humana. Ésta se propone considerar las “consecuencias que tiene la negación de la dignidad humana sobre la salud y los hogares de las personas”.

El folleto de promoción de la campaña por la dignidad mundial se centra en la mortalidad materna, el VIH/SIDA y los derechos humanos. En él se dice que las muertes maternas son causadas por los abortos practicados en condiciones inseguras y que quienes viven en la pobreza carecen del debido acceso a la educación sexual y otros “servicios de salud esenciales”, lo cual “les priva del derecho a controlar sus vidas reproductivas”.

La campaña intenta promover un “programa mundial de captación de apoyos y de activismo”. No obstante, Amnistía afirma su independencia frente a cualquier “gobierno, ideología política, interés económico y credo religioso”.

Hace muy poco, en 2005, Amnistía declaraba públicamente: “No hay un derecho al aborto generalmente aceptado en la legislación internacional sobre derechos humanos”. Su cambio de postura en 2007 hacia la militancia abortista llevó a que muchos líderes e instituciones católicas retiraran su apoyo a la organización.+

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