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ARGENTINA: LOS MENDOCINOS PIERDEN UN MILLÓN DE PESOS POR DÍA A MANOS DE LOS CASINOS.

Jorge Hirschbrand (MDZOL)

El dato surge de las ganancias que tuvieron los casinos en Mendoza durante el mes de agosto. Desde otra perspectiva, es el dinero que la gente deja en las más de 2.500 máquinas que hay a lo largo y a lo ancho de toda la provincia.

Los mendocinos dejan, por mes, cerca de 40 millones en las arcas de los casinos que operan en la provincia. De ese monto, el 90 por ciento corresponde a apuestas realizadas en las máquinas tragamonedas. Se trata de una cifra conocida en el mundo de las empresas explotadoras de juegos de azar como “win” (ganancia o triunfo, en inglés). Y es, desde otra perspectiva, el dinero que los apostadores pierden cada vez que van a buscar un poco de fortuna.

Por día, se van en “maquinitas” más de un millón de pesos. Este dato responde al resultado de apuestas del mes de agosto proporcionado por el Instituto Provincial de Juegos y Casinos. Fueron, en total, 32.441.974,77 de pesos, sin tener en cuenta las cifras que se manejan en San Rafael. Y también, por día, entre 2.600 y 3.000 tragamonedas se ponen en funcionamiento para tentar a los jugadores.

El resto del negocio va a parar a los juegos de mesa, cuyo porcentaje en la cifra general es menor y asciende a un poco menos de cinco millones de pesos mensuales.

En este caso, el perfil del consumidor también es diferente y la oferta está más concentrada. La mayoría son personas de alto poder adquisitivo y que recorren diferentes casinos de la región; son conocidos como el “club de los grandes jugadores” y son el blanco perfecto de las estrategias de publicidad y marketing de los casinos privados.

“Son tipos que juegan arriba de los 50 mil pesos por noche. Por lo general son porteños o brasileños, acostumbrados a jugar en el Conrad”, explicó el directivo de una las salas de juego que opera en la provincia.

La diferencia entre el dinero que ingresa por mesas y el que lo hace por tragamonedas es elocuente. Para graficarla, basta con tomar como ejemplo al casino del Hyatt: el “win” para la empresa en concepto de mesas fue de 1.706.726 pesos en agosto. El “loss” (pérdida) para los jugadores que apostaron en sus máquinas fue de 9.018.989 pesos con 37 centavos.

La cantidad de centavos, discriminada de ese modo dentro de un número tan alto, puede resultar insignificante. Sin embargo, las apuestas en estos juegos comienzan con cifras mínimas, que luego se multiplican por millones. Por caso, con cinco o diez centavos se puede probar suerte. Y eso basta para entender cuáles son las características de este tipo de jugador: trabajadores sin muchos recursos, endeudados, desocupados o desesperados, que buscan en las tragamonedas un entretenimiento de bajo costo y del que, tal vez, puedan sacar rédito. Más que apostadores, son potenciales ludópatas.

Precisamente, uno de los objetivos del “Plan Estratégico” presentado hace un mes y medio por las autoridades del Instituto señalaba la necesidad de asistir y prevenir las conductas vinculadas con el juego compulsivo, aunque esa idea pareció perderse entre los siguientes ítems:

- Aceptar moneda chilena y pago con tarjeta posnet.

- Instalación de cajeros automáticos en los anexos.

- Mayor publicidad de los anexos.

- Sala de tragamonedas en el Hipódromo de Mendoza.

En la actualidad, los anexos al Casino Central funcionan en San Martín, Rivadavia, La Consulta, Eugenio Bustos, Tunuyán, Tupungato, General Alvear, Malargüe y Uspallata. En todos los casos, más allá de los planes del Ministerio de Salud que son financiados con parte del dinero que ingresa, el negocio perfecto es para las empresas proveedoras de las tragamonedas. Salvo en el casino ubicado en San Martín y Brasil de Godoy Cruz, donde el operador se lleva el 26,23% de la ganancia total, en los departamentos esa comisión es –en promedio- del 50%. Números que sirven para dejar en claro quiénes ganas y quiénes pierden.

FUENTE: ARGENPRESS.Info