PARO NACIONAL
Paraná Metal: La CTA convocó a un paro nacional el 15 de septiembre y a “cortar 100 rutas”
Las negociaciones siguen en el Ministerio de Trabajo. Hace una semana que los operarios bloquean la Autopista Buenos Aires-Rosario. Cristóbal López no cede y quiere echar a 600 de los 900 empleados y bajar 30% los sueldos. Aún no pagó los salarios del último mes. Tomada analiza crear una cooperativa mixta manejada por trabajadores y el Estado. La UOM de Caló, no respondió al pedido de los metalúrgicos de Villa Constitución. Antes de que los delegados de la UOM de Villa Constitución se reunieran en el Ministerio de Trabajo para negociar una salida al conflicto de Paraná Metal que desde hace más de un mes está paralizado, la CTA convocó a un paro nacional y a “cortar 100 rutas” el 15 de septiembre.
Los operarios de la autopartista hace una semana que bloquean la Autopista Buenos Aires-Rosario. Le reclaman a Oil M&S cobrar el sueldo del último mes, que se les pague las quincenas adeudadas a los 300 empleados que tomaron el retiro voluntario y que se reactive la fábrica con los 900 trabajadores en su puesto. Es que el empresario kirchnerista, Cristóbal López, que se hizo cargo de la autopartista hace más de un año, continuará gerenciándola sólo si despide 2/3 de la planta y les reduce un 30% el salario de los que queden.
Las últimas negociaciones con el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, quedaron truncas. Cristóbal López no envió representantes a la reunión con los trabajadores y apenas les dejó un escrito donde ratificaba su ajuste como propuesta. Sin respuestas satisfactorias, pidieron a la CTA y a la UOM nacional liderada por Antonio Caló que convocaran a un paro nacional. Hasta ahora sólo obtuvieron respuesta de la central de trabajadores de Hugo Yasky. El sindicato metalúrgico, aún no se pronunció. Es que los dirigentes de UOM de Villa Constitución responden a la CTA.
En esa última reunión, Tomada les acercó una idea en la que el Gobierno está trabajando, una cooperativa mixta dirigida por el Estado y los trabajadores. Pero no les dio más precisiones. “No se sabe muy bien de qué se trata y habrá que ver qué se define hoy, pero es muy difícil que una autopartista se mantenga como cooperativa”, explican desde la UOM villense a La Política Online. Es que Paraná Metal necesita una inyección mensual de un millón de pesos al menos.
Cronología del conflicto
Paraná Metal fue una de las primeras empresas que comenzó con los despidos masivos. Por la crisis económica global, el 16 de diciembre de 2008 anunció que despediría a los 1.200 trabajadores y cerraría la planta de autopartes instalada en Villa Constitución.
Por la intervención del Gobierno, lograron acordar que se suspendieran y bajaran los salarios de los operarios a cambio de que mantuvieran las fuentes de trabajo, mientras desde la gestión kirchnerista buscaban un comprador que quisiera hacerse cargo de la empresa.
En ese momento entra en escena el zar del juego, quien –con clara intenciones de comprarla- inyectó $7 millones a los fondos de la fábrica para pagar los salarios atrasados y mantener una producción básica de 1.100 toneladas mensuales.
Pero la buena noticia duró poco. En marzo y abril se presentaron los primeros retrasos de sueldos y en mayo los trabajadores pararon por 15 días la planta ubicada en Villa Constitución porque no la empresa no cumplía con las paritarias. Según los trabajadores, las inversiones en maquinarias y tecnología que prometieron en un principio, nunca se hicieron.
La empresa de Cristóbal López no presentó el plan de negocios a principio de agosto y dejó a Paraná Metal al borde de la quiebra. Argumentó que la autopartista dejó de ser "viable" luego de que Ford Brasil dejara de comprarles el block de motor, lo que representa el 95% de la producción.
Lo cierto es que la automotriz dejó de comprarle a Argentina y comenzó a importar de Sudáfrica en julio, pero M&S ya les había anticipado antes de tomar el control de la fábrica que quería la mitad de los empleados. En diciembre de 2009, cuando se hace cargo de Paraná Metal, y luego de sus propios auditores analicen los números durante meses, les confiesa a los trabajadores que quería despedir a 430 empleados -ya había dado retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, que fueron tomadas por más de 200 trabajadores de los 1.200 que había-. "Sobran 400 operarios", les había dicho uno de los representantes de Cristóbal López.
FUENTE: lapoliticaonline
