HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 28 de septiembre de 2010

CHARGING BULL-WALL STREET
MÁS DEUDA: LAS VERDADERAS RAZONES DE UN VIAJE "FASHION"

Confirma Cristina toma de deuda, pero sólo para obras de De Vido

Maratón de reuniones con la Bolsa de Wall Street y empresarios con negocios en el país

Nueva York, EE.UU. (enviado especialde Ámbito Financiero)

Cristina de Kirchner le confirmó ayer a un grupo de empresarios que se reunió ayer con ella aquí que el Gobierno está dispuesto a colocar deuda en los mercados, pero para financiar obras de infraestructura. Tal como se lo ofrecieron a Amado Boudou bancos de inversión en Wall Street, aunque el Gobierno en principio lo rechazó, ayer la Presidente tuvo que explicarles a esos empresarios que en un futuro cercano podría tomar fondos del mercado: «No queremos tomar deuda al 8% para financiar gastos corrientes, pero sí puede ser para gastos de capital».

Se confirma así que el Gobierno piensa pasar primero por la negociación en el Congreso para crear el Fondo de Desendeudamiento para 2011 por u$s 7.504 millones, avanzar en algún esquema para destrabar el pago al Club de París y luego sí avanzar en una emisión de bonos para cubrir el largo listado de obras públicas que Julio De Vido incluyó en el Presupuesto del año próximo, pero que no tienen financiamiento garantizado. De todas formas, aún no está claro cómo el Gobierno podría sortear las trabas legales que los acreedores en default intentarán sembrarles en los tribunales de esta ciudad si el país avanza con una colocación de deuda. En realidad, no existen antecedentes legales de una situación así, analizan en Wall Street.

La incógnita ayer en Nueva York siguió siendo la negociación con el Club de París. La Presidente jugó con ese tema sin querer dar ninguna respuesta a este diario. Pero la cuestión está en el tope de la agenda financiera de la Argentina, sobre todo después del ofrecimiento a Boudou, que aún sigue festejando la comitiva presidencial.

Ayer, Cristina de Kirchner inició su día con una visita al New York Stock Exchange. La recibió allí Alex Ibrahim, mánager regional de Global Corporate del NYSE, eufórico según el relato presidencial, por su último viaje a Buenos Aires en el que vio «a la gente muy feliz» y con boom de consumo que comparó al estadounidense; y Duncan Niederauer, CEO de la Bolsa, una especie de Adelmo Gabbi local.

Junto a Carlos Zannini, Boudou y Héctor Timerman, la Presidente escuchó sólo alabanzas sobre la situación económica del país. Festejaron en ese momento que JP Morgan hubiera anunciado, según sus mediciones, un crecimiento de la economía argentina del 8,5% y hasta la halagaron reconociéndole como imprescindible un mayor desarrollo de las pymes para garantizar el mercado de trabajo, un discurso impensable hasta hace poco en el NYSE.

Tras la charla, la llevaron de recorrida por el recinto de operaciones, hasta la posición en la que se negocian las acciones de Telecom, donde un argentino que trabaja allí se dedicó a fotografiarla.

De regreso al hotel Four Seasons, la esperaba en encuentro con empresarios organizado por Susan Segal, del Council of the Americas. Brent De Jong, de AEI Energy, Kelvin Dushnisky de Barrick Gold Corporation, Alberto Weisser de Bunge Limited, Paul Fribourg de Continental Grain Company, Enrique Martínez de Discovery Communications, Martin Schubert de European InterAmerican Finance, David Martínez de Fintech Advisory, Carlos Martínez de Fox Latin America, Gustavo Abelenda de Kraft Foods Latin America, Carlos Guimaraes de Latin America Investment Group, George Logothetis de Libra Capital US, Koichi Komatsu de Mistubishi International Corporation, Jesús Madrazo Yris de Monsanto Company, Susan Silverman de Pfizer, Horoyuki Tanabe de Sojitz Corporation of America, Andres Gluski de AES Corporation, Van Rex Gallard, encargado de venta para el área de Latinoamérica de Boeing, y Renate Rennie de The Tinker Foundation escucharon su introducción de 20 minutos y luego vinieron las preguntas.

«En el año más difícil de la economía mundial, como ha sido 2009, la Argentina, que en 2001 defaulteó la deuda soberana más importante de la que se tenga memoria, pudo iniciar una segunda reestructuración de su deuda y la completó exitosamente, cubriendo el 93% de su deuda total», dijo allí. Y fue entonces, entre análisis de inversiones de laboratorios, y anuncios de más fondos en los sectores de agro, minería y la construcción de hoteles en Villa La Angostura, cuando definió: «No queremos el endeudamiento para gastos corrientes como se hizo en la época de los 90 y que realmente fue catastrófico para los intereses del país, no lo vamos a volver a hacer».

A la salida, los empresarios mantuvieron un discurso único, casi textual, de las declaraciones presidenciales. «Es tranquilizador que en la Argentina se impulsen reglas claras y transparentes para inversores, se entusiasmó Madrado Yris de Monsanto.

FUENTE: ÁMBITO FINANCIERO

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