HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 24 de diciembre de 2009

LÚMPENES

Cultura lumpen, política lumpen: por Domingo Arcomano

“È fatto giorno, siamo entrati in giuoco anche noi con i panni e le scarpe e le facce che avevamo”

(“Se hizo día, hemos entrado en el juego también nosotros con las ropas y los zapatos y la cara que tenemos”

“È fatto giorno” (de Rocco Scotellaro, poeta lucano)

¿PERO... QUÉ COSA ES UN LUMPEN?


A pesar de los intelectuales de izquierda (la “clase” media-letrada que letrea a nuestra Presidente arrimándole en forma irresponsable frases sueltas de Carlos Marx) el lumpen no se limita al marginal delictivo o cuasi-delictivo y al miserable pobre de toda pobreza, incapaz no ya de elementales normas morales, sino incapaz de fisiología, simplemente por que se está muriendo de hambre. Y no hay que remontarse (desde Buenos Aires ) a los mal llamados “pueblos originarios”: basta ir a los basurales del Partido de San Martín donde el progresismo –esa enfermedad terminal de la izquierda colonial- le permite comer basura al pueblo marginado.

El lumpen, en verdad, y ajustándonos a la realidad contemporánea de nuestro país se recluta desde las más altas esferas políticas, recreándose en forma descendente hasta el que ya no tiene fuerza para digerir, porque se comió hasta la propia musculatura. El lumpen máximo es el marginal que recrea la cultura lumpen desde los aparatos del Estado: El integrante de la banda política kirchnerista. Banda porque ya están sujetos al Código Penal (al Bando).

Esta SUB-CULTURA lumpen, preexistente a los Kirchner pero reproducida y potenciada por éstos tanto en su extensión como en su profundidad, se ha enlazado como un rizoma por el conjunto de las relaciones sociales argentinas. Hoy la figura marginal por excelencia es la de quien al frente del Ejecutivo Nacional sobreactúa libretos cuyo personaje principal –como en “Esperando a Godot” - es un inexistente: el “modelo”. El “lustre” intelectual se lo brindan los comedores de monederos del Estado autodenominados “filósofos” del progresismo. Dado que el espectáculo debe continuar, el “mundo del espectáculo” provee carne de ganchera para promocionar los méritos de la democracia Kirchenista ( “…hicieron tanto por los derechos humanos… viste?”)

Claro que los derechos humanos que se defienden son los del pueblo a ver fútbol, mientras se lo paga con plata de jubilados, colgados con sus jubilaciones en la Corte Suprema de Justicia: una forma rara de justicia que consiste en sacarle el pan de la boca al que lo necesita, para alegrarle los ojos al que esta desesperado… por el futbol.

Mientras, la “parte” sensible, “artística” de los cómicos de la legua garantiza la continuidad de sus propios contratos: Mefisto sigue siendo su santo patrono; pero mientras éste era un arrastrado con aire metafísico, nuestros actores por kilo apenas tienen las “partes pudendas” para negociar. Aunque no sirvan para entretener ni a los presos de una cárcel boliviana: putitas de mala muerte , rodilleras, y animadores de fiestas de borrachos son los reclutas que complementan el vodevil “cultural” del kirchnerismo. Parásitos del pueblo y ególatras, giran como excremento en el inodoro: para ellos también ya se ha tirado la cadena.

LA UNICA TRANSVERSALIDAD LOGRADA POR EL KIRCHNERISMO ES EL LUMPEN QUE LOS ATRAVIESA

Al “progresismo” argentino, portador SINTOMATICO de estupidez irremediable, se le pasó que la figura y la forma del lumpen lo atraviesa y que, como en los viejos manuales soviéticos y en tanto que LUMPEN, está al servicio de políticas reaccionarias: sirviendo de felpudo a la política colonial desplegada por el Estado, reproduciendo sus contenidos culturales y negando la expropiación y el hambre (de todo) padecida por el pueblo.

Nuestro lumpen, incapaz de pensar crea palabras, que no conceptos: Hasta ahora y después de un gran esfuerzo intestinal lograron evacuar la palabra “destituyente” (se supone que es lo contrario a “constituyente”, que en la Argentina, claro, nunca nombró la realidad del poder del pueblo, de la sociedad civil desarmada; sino el privilegio de militares: desde Saavedra hasta Urquiza, pasando por San Martín, Pueyrredón y Rosas, entre otros). FUENTE: El Escarmiento Digital - (Editor: Domingo Arcomano)

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