HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

jueves, 10 de septiembre de 2009

EE.UU: POBREZA, INMIGRACIÓN Y SALUD

Millones de personas en EE.UU. están en situaciones precarias.

Washington (Estados Unidos), 10 Set. 09 (AICA)

Con el título “El valor del trabajo” y con motivo del Día del Trabajo, la conferencia episcopal estadounidense pidió al Gobierno y a las instituciones, que “defiendan la dignidad humana en todos los campos”, especialmente en el laboral, donde “millones de personas se encuentran en situaciones precarias y de gran dificultad”. En su mensaje, el episcopado estadounidense recuerda que este año el país se encuentra en un “momento de grandes desafíos económicos” por lo que no se puede “olvidar a todas aquellas familias que se encuentran desempleadas y pasando grandes dificultades”. En este sentido, el presidente de la Comisión Episcopal para el Desarrollo Social, monseñor William Francis Murphy, obispo de Rockeville Center, subrayó que “en este día, en el que se recuerdan los derechos de los trabajadores, también se tiene que rezar por aquellas personas que no gozan de una buena situación laboral”. El prelado recoge las palabras de Benedicto XVI en la encíclica "Caritas in Veritate", donde señala que “la dignidad de los trabajadores debe ser la prioridad de toda economía”.

La reforma Sanitaria y la Inmigración

Por otro lado, el portavoz destacó que no se puede olvidar la actual reforma sanitaria que vive el país, ni tampoco los temas relacionados con la inmigración, ya que “como nación debemos respetar la dignidad de los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos por razones meramente económicas”. “La mayor parte de los inmigrantes trabajan duramente, pagan impuestos, ayudan en la Seguridad Social. Son elementos positivos para nuestra sociedad y muchas veces no tienen acceso al sistema de salud”, recuerda monseñor Murphy, quien concluye señalando que “la reforma sanitaria debe respetar los derechos y la dignidad de toda persona”.

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