"El FMI se metió cama adentro"
El economista estimó que el déficit consolidado es de 30 mil millones de pesos. "Hay que bajar el gasto o subir impuestos", aseguró y alertó sobre la disparada del rojo fiscal
El economista José Luis Espert sostuvo que el Gobierno argentino debió rendirse ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) luego de la última reunión del G-20 que le otorgó facultades para estar al frente de un programa económico por los próximos cinco años. Espert señaló que Néstor y Cristina Kirchner "manejaban la relación con el FMI tapándose la nariz, tratando de no cumplir con la comunidad financiera, y ahora vuelve a ser auditor de un programa del G-20 que la Argentina integra". "Al Gobierno le salió el tiro por la culta porque hablaba de tener una revisión acotada y ahora el FMI se le metió con cama adentro para hacer política económica. Y no le queda otra", sostuvo el economista en una entrevista con Asteriscos TV, por Canal Metro. De todos modos, consideró que "para la Argentina es bueno que vuelva a auditor porque es un cartel por el cual va a poder reingresar al mercado de capitales" aunque tiene pendiente primero el acuerdo de la deuda con el Club de París, que ronda los 8 mil millones de dólares "y que hay que pagar todo cash". Espert alertó además sobre la situación de las estadísticas en la Argentina y señaló que "es fácil, hay que dejar de adulterar datos y meter presos a quienes lo hacen en el INDEC" porque no se trata de "un tema metodológico sino del delito de mentir con información, como sucede con la pobreza y la indigencia". Consideró en ese aspecto que el ministro de Economía, Amado Boudou, "tuvo una actitud hipócrita al crear una comisión fiscalizadora para desviar la atención" que comparó con la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de convocar al diálogo político para eludir las consecuencias de la derrota del 28 de junio en las elecciones legislativas. Agregó que en el caso de las cifras del Indec, "se sigue mintiendo igual que antes pero ahora con un marketing hipócrita". En cuanto a los números rojos de las cuentas fiscales, planteó que el Gobierno nacional tiene en estos momentos, "cero de superávit antes del pago de interés" de la deuda en tanto que las provincias "tienen entre 10 mil y 11 mil millones más, lo cual redunda en 30 mil millones de pesos de déficit fiscal". El economista estimó que ante ese panorama la receta que debe aplicar la administración central será "bajar el gasto, subir impuestos o devaluar más rápido".