OPERATIVO SOBRESEIMIENTO

¿El juez Oyarbide al frente de una investigación por enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Kirchner? Nos quedamos más tranquilos. Recordemos el sonado affaire musculoso en Spartacus, boliche porno-gay para gente pudiente, en tiempos de Carlos Saúl y que tuviera al espiado y pinchado (el teléfono se sobreentiende) juez federal, como a uno de sus principales protagonistas. Desde aquellos entonces, nada que provenga de su juzgado, es diáfano como debería ser. Esto lo sostenemos no a raíz de las prácticas por las cuales se lo señala a Oyarbide como partícipe oculto. Allá el. Pero todo su accionar y comportamiento tiene un cierto tufillo a una ya vieja extorsión que pesa sobre él. O al menos la sospecha. En su momento, ¿habrá querido renunciar con un resto de dignidad y no se lo habrían permitido? Por otra parte, es sabido que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo delito. Hábilmente, muchos ex funcionarios sospechados de corrupción le ganaron de mano a la justicia. Armaron su propia denuncia por enriquecimiento. Ese primer expediente se suele caer por errores procesales, o por comprobarse que lo denunciado está totalmente en regla, razón por la cual el resultado de estos montajes ¿cuál es?: el sobreseimiento. Se dice que estos casos son tramitados en juzgados amigos, que se matan por el caso. Parece ser que son muy bien pagos estos servicios, considerando que lo que está en juego son cifras multimillonarias y la libertad.