HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 4 de agosto de 2009

MUCHO, POQUITO O NADA

Parece que se han terminado los tiempos de la exuberancia del poder por parte de Néstor y Cristina, todo por causa de fuerza mayor. No por ellos, que ya están añorando su pasado reciente y no terminan de acostumbrarse a cierta austeridad necesaria en toda la línea. Se puede decir, que durante unos cuatro años corrieron desenfrenadamente hacia un muro, que finalmente los paró. Arrogantes, infundían miedo a más de uno. En el último tramo, Cristina se la pasó inaugurando y reinaugurando muchas obras varias veces por día y Néstor, no se cansó desde cientos de tribunas ad hoc, de amenazar a todo el mundo. Fue mucho, demasiado. En general, ¿que se les cuestiona a los Kirchner desde una inconsistente oposición y desde muchos e interesados medios? Por ejemplo, un supuesto autoritarismo antidemocrático y montonero. Sabemos que el negocio de esa crítica, como tantas otras, es atribuírselo al peronismo en general, o más bien al General en particular. La picardía mediática y liberal de pasársela hablando de los superpoderes (¿?) inconstitucionales y bla, bla, bla, ha sido y es distractiva del centro de gravedad del poder en la Argentina. ¿Acaso si asomase un criollo o varios, en esta tierra a mandar, no se necesitaría echar mano de todo el poder para la contingencia? El verdadero problema es para que y quienes, es el poder. Allí podríamos encontrar las razones fundantes del radicalismo y el peronismo, abrevadas en las de todos los patriotas de nuestra nacionalidad. De lo mucho que ostentaron los Kirchner, casi obscenamente, han pasado a lo poco. Ahora, y por obra de las circunstancias, han incorporado a sus discursos el vocablo “poquito”. “Perdimos por poquito” fue la tímida y poco feliz frase del león autodestituido, la noche del 28 de junio cuando ya la elección clave estaba irremediablemente perdida. Peor no podía haber sido, porque para perder con De Narváez, hay que trabajar bastante. “Tengo funciones un poquito más importantes que analizar discursos”, ha dicho Aníbal Fernández, haciéndose el estadista superocupado, para luego pasársela contestando el discurso de Biolcatti en la Sociedad Rural. Tramo por tramo. Es sabido que en los últimos gobiernos, la sociedad presidencial para ser más claros, una de las principales actividades políticas diarias, es monitorear todos los medios nacionales para medir en que anda la oposición o los propios medios, y preparar la respuesta, que en general no se hace esperar. Es política de estado. Hace unos años que funciona en la Casa Rosada, una especie de Centro de Información Mediática, que incluye encuestas cotidianas de popularidad. Operación manejada por la Unidad Presidente y diseñada por Pepe Albistur en tiempos del mandato presidencial de Néstor. Después de mucho y poquito, viene nada. Nos disponemos también a sortear esta nada que se avecina.

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