TRAS LOS PASOS DE SAN MARTIN

Delgado: Cruzar a pie fue “como ver a Dios en vivo y en directo" San Juan, 20 Feb. 09 (AICA): "Cuando contemplaba la inmensidad de la cordillera, la verdad, me sentía una hormiguita. Pero después pensaba que esta cordillera es un regalo de Dios, entonces no somos tan hormiguitas para Dios, ¿no?". Así lo expresó el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Alfonso Delgado, luego de cruzar a pie los Andes en una travesía que culminó el 15 de febrero con la visita al lugar de la batalla de Chacabuco y la celebración de una misa en acción de gracias por el pueblo chileno y argentino que él mismo presidió. En declaraciones difundidas por el Diario de Cuyo, el prelado -que formó parte del grupo “Virgen de Fátima”, que desde el 5 de febrero siguió la ruta sanmartiniana por la cordillera, totalmente a pie- señaló que “cruzar a pie fue más de lo que esperaba por la belleza de los paisajes y porque era como ver a Dios en vivo y en directo". También destacó la unidad del grupo, del cual se consideró “un integrante más" y al que calificó de "muy compacto, teníamos mucha confianza entre nosotros y logramos amistades muy fuertes". Ni siquiera las inclemencias del clima, con noches heladas y tormentas fuertes, quebrantaron la solidez de los expedicionarios, que atravesaron todo tipo de caminos, cruzaban ríos, debían turnarse para lavar la ropa y rotar para hacer la comida. Y las comodidades no abundaban; en Manantiales hicieron su único asado para después cocinar a leña y comer enlatados durante el resto de la travesía. Tampoco hubo accidentes ni enfermedades que lamentar. "Sólo ampollas en los pies, algo normal, y eso sí, paspaduras... muchas paspaduras". Al llegar a Chile, los sanjuaninos fueron recibidos por carabineros y luego participaron de un acto en Chacabuco, en homenaje a la batalla con la que el general José de San Martín liberó a Chile del dominio español.

Con los pies en la tierra. La partida de San Juan había sido el jueves 5 y al día siguiente diecinueve hombres y mujeres comenzaron la caminata desde Manantiales, Calingasta, siguiendo los pasos del Ejército de los Andes hacia Chile en 1817 comandado los generales San Martín y el General O’Higgins. Al frente de la expedición estuvo Leandro Caballero, experto en montaña y ex Infante de Marina y combatiente en Malvinas. Entre los integrantes de la expedición se encontraba el Arzobispo de San Juan de Cuyo y el sacerdote Carlos Lazo, quienes todos los días celebraron misa ante los diversos y grandiosos escenarios naturales de Los Andes, en el que destacaban el Aconcagua, el Mercedario y los otros cerros de más de 6.000 metros de altura. La intención de esta segunda travesía a pie por la Cordillera de los Andes, denominada “Con los pies en la tierra”, era rendir homenaje a la gesta sanmartiniana de 1817, y también agradecer a Dios que por esas montañas nevadas llegaron las primeras familias cristianas trayendo su fe a la región cuyana y que durante 216 años la Iglesia de San Juan y de todo Cuyo fue evangelizada por misioneros y obispos procedentes de Chile. También se conmemoró con agradecimiento y emoción que hace 30 años el Papa Juan Pablo II ayudó a encontrar la paz entre dos pueblos muy hermanos, especialmente en la región cuyana. El sitio de Internet del arzobispado expresó su agradecimiento a los medios de comunicación locales por la cobertura de esta travesía y ofreció su colaboración para difundir parte del material gráfico producido sobre esta travesía, al que se puede acceder ingresando a "http://www.asjc.org.ar/"