OTRA VEZ SOPA

Las condiciones que posibilitaron los relevos políticos de los últimos años, está a la vista. Corrupción, recesión y escándalo, rodearon los tramos finales de casi todos los gobiernos de las últimas décadas. En algunos, el fin coincidió más o menos con el término del mandato. En otros la crisis estrelló los plazos institucionales contra un muro. No creemos que sean meras coincidencias o caprichos de la historia. Tampoco que sean pruebas demostrativas de nuestra supuesta pertenencia a una Federación de Repúblicas Bananeras, que siempre terminan superando a cualquier ficción. Está empezando a tomar cuerpo, un probable relevo del período Kirchner. Este dato también abona lo anterior. En la medida en que se consolida una opción confiable en la línea de que algo cambie para que todo siga igual, arrecian y se magnifican todos las políticas agobiantes del actual gobierno nacional. La entente propuesta por el Senador Nacional de Santa Fe, Rubén Giustiniani, parece que es una de las nuevas escobas que a futuro no muy lejano, se nos van a ofrecer como solución que barrerán todos los males. El legislador socialista ha entusiasmado a una Unión Cívica Radical sin líderes, sedienta de poder y algún éxito. La misma Elisa Carrió, rápida de reflejos, se sumó desde afuera, a la coalición creciente que parecería contar con un cierto aliento de los poderes internacionales. ¿Serán muchas las diferencias reales, no las enunciadas, entre lo actual y lo naciente? La Argentina no está buscando el emprolijamiento de un modelo perjudicial. Tampoco de moralizarlo. De lo que se trata es de poseer un modelo de independencia, soberanía y justicia social. Ni más ni menos. Quizás esta sea una alternancia sistémica, que por ausencia de lo genuinamente nacional y popular, se instale o la instalen como reemplazo obligado. Elisa Carrió en un gesto de alguien que se aproxima al poder o al menos lo paladea, ha tomado distancia “responsable” del conflicto con el campo. Pareciera todo un anticipo gubernativo de esta conjunción de fuerzas que aspira, mucho más seriamente que otras, a constituirse en poder político en el próximo tramo de nuestra historia.