El operativo de Gendarmería terminó con dos detenidos. (Foto: Nuevo Diario |
Por Clarín vía Télam.-
Afirman que se trata del mayor golpe al narcotráfico en esa provincia. La cantidad decomisada está valuada en 45 millones de dólares.
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Una tonelada y media de cocaína, que había sido arrojada desde una avioneta, fue secuestrada en Santiago del Estero. Afirman que se trata del mayor golpe al narcotráfico registrado en esa provincia.
Por el hecho, dos personas de nacionalidad paraguaya fueron detenidas en un establecimiento rural del departamento de Copo, en el norte santiagueño.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo a Cadena 3 que la cantidad decomisada está valuada en 45 millones de dólares.
"Gendarmería tenía información, por ese lugar pasan muchos aviones. Finalmente se pudo establecer el lugar y de tener a las personas con helicópteros y gente que estuvo en el pasto durante varios días", sostuvo la ministra.
El procedimiento lo realizó la Gendarmería Nacional (GNA) en un campo del paraje Campo Zorro, de la localidad de Los Pirpintos, cercano al Parque Nacional de Copo, 260 kilómetros al norte de la capital santiagueña.
Los gendarmes habían perseguido por aire a la aeronave desde la cual fue arrojada la cocaína.
En el lugar se hallaron varios bultos plásticos que contenían 300 kilos de cocaína de máxima pureza, mientras que en la misma zona fueron detenidos dos ciudadanos paraguayos que se aprestaban a trasladar la droga a Santiago del Estero para ser distribuida por vía terrestre.
Horas más tarde y en un rastrillaje por una zona cubierta de tupida vegetación, los efectivos lograron incautar otros 1.200 kilos de cocaína, por lo que se sospecha que en el lugar funcionaba una base narco y distribución de drogas a todas las provincias del noroeste argentino.
Por disposición del juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, la cocaína incautada y los detenidos serán trasladados a la capital santiagueña.
En la zona del hallazgo de la droga, un sector de montes y de difícil acceso, se sospecha que existen más de cien caminos vecinales que suelen utilizarse como pistas clandestinas para el ascenso y descenso de avionetas.