Por Expediente Político.-
La orden desde la Rosada es ir juntos en todo el país. Las internas a resolver.
Termina el 2016 y en el Gobierno tienen en claro una cosa: hay que ganar las elecciones del próximo año. La premisa es clara y por eso, Mauricio Macri, ya dejó en claro varias cosas de cara a lo que será el primer test electoral con epicentro en la provincia de Buenos Aires.
El Presidente no quiere internas. Bajó líneas claras de que el año que viene Cambiemos tiene que ir unido en todo país. Hace algunos días, desde su posición crítica Ricardo Alfonsín, había propuesto resolver todo en internas, pero desde el oficialismo ignoraron el pedido ya que el objetivo es evitarlas.
El cierre de listas entre las propias internas del Pro y, además, sus socios radicales y lilitos no será fácil, pero el Presidente confía en que la sangre no llegará al río.
En la Provincia, madre de todas las batallas, hay muchos pesos pesados que tendrán que ponerse de acuerdo: María Eugenia Vidal, Emilio Monzó y Jorge Macri. Eso solamente dentro del espacio amarillo.
El otro pedido especial es para la militancia, que canaliza bajo su órbita Marcos Peña. Redoblar esfuerzos ya que es “fundamental” ganar en el 2017. De acá a las elecciones habrá un timbreo por mes, salvo en enero donde la campaña se trasladaría a la costa atlántica. Dentro del oficialismo aspiran a un repunte de la situación económico desde marzo, dividir al peronismo y un Cambiemos fortalecido como espacio político. “Si se da eso, ganamos seguro“, cuentan por lo bajo.
