Por Clarín.- El presidente Macri junto a la gobernadora Vidal pusieron en marcha los trabajos en Haedo. La obra fue anunciada seis veces y es clave para el transporte. La tuneladora excavará 20 metros por día y no afectará el servicio.
Después de 10 años y seis anuncios desde el comienzo del gobierno kirchnerista, el presidente Mauricio Macri puso en funcionamiento hoy la tuneladora para las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Fue en un acto en el obrador de Haedo, donde estuvieron también la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La máquina había sido instalada en 2012, cuando se insinuó una reactivación de la obra, pero desde entonces había quedado parada. En agosto de este año, comenzó la fabricación de las dovelas, los bloques de cemento que se utilizan para construir el túnel. La tuneladora las va instalando a medida que va excavando, a razón de 20 metros por día.
La obra abarca 22,4 kilómetros y con un túnel de 10,46 metros de diámetro, más las 11 nuevas estaciones bajo tierra, a 22 metros de profundidad (el equivalente a siete pisos). El plazo de ejecución será de 48 meses, y durante los trabajos no se vería afectado el servicio del tren.
El soterramiento es una de las obras que más podría mejorar el transporte y la seguridad vial en el área metropolitana. La idea es convertir al tren Sarmiento en un "subte", primero en el tramo entre Caballito y Morón. Desde allí hasta Castelar correrá en trinchera, ora que también entra dentro de esta primera etapa. Y luego para una segunda etapa en el resto de la traza, hasta Moreno, se construirán puentes y pasos bajo nivel. De esa forma se conseguiría bajar la frecuencia de 10 a 3 minutos entre formaciones. El beneficio sería para 200.000 pasajeros diarios.
Además, se eliminarían 38 barreras, lo que reduciría sensiblemente el riesgo de accidentes de tránsito, y también daría más fluidez al tránsito de autos: hoy, en las horas pico las barreras del Sarmiento pueden estar bajas hasta 29 minutos cada hora.
Otra ventaja directa de la obra, más en un contexto económico como el actual, será que la construcción generará 2.000 puestos de trabajo en la obra y otros 8.000 asociados a la provisión de servicios y materiales.
En el Miniserio de Transporte informaron que la inversión rondará los 3.000 millones de dólares, que se financiarán con créditos y con fondos propios. De hecho, el Ejecutivo Nacional incluyó por decreto en el Presupuesto de este año una suma de 45.000 millones de pesos para ser ejecutados hasta el 2018.
Semejante inversión y la propia complejidad de la obra, pero también la falta de iniciativa política e improvisación del Gobierno kirchnerista produjeron que el soterramiento se convirtiera en una de las promesas más incumplidas de la historia. La obra fue anunciada seis veces, pero no avanzó ni un metro. La primera vez fue en febrero de 2006, con un anuncio del ex presidente Néstor Kirchner. En 2008, Cristina Fernández firmó los contratos con las cuatro empresas que formaron un contrato para hacer la obra: la argentina Iecsa, la española Comsa, la italiana Ghella y la brasileña Odebrecht (esta última es hoy protagonista directa del escándalo de corrupción en Brasil que llevó a la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff).
Tras otros anuncios incumplidos, en julio de 2012 parecía que empezaban a verse avances reales. El ex ministro Florencio Randazzo encabezó un acto en el obrador del playón ferroviario de Haedo el día que la tuneladora finalmente comenzó a ser ensamblada, y prometió que la obra iba a estar lista para 2015. Pero la falta de acceso al crédito internacional, las trabas que surgieron para conseguir un préstamo del BNDES de Brasil y la aparición de otras prioridades políticas dejaron la promesa en la nada.
El presidente Mauricio Macri volvió a anunciarla el 16 de febrero, cuando encabezó un acto con el primer ministro italiano Matteo Renzi. "Es una deuda histórica, pero ya están en marcha los trabajos preliminares. El soterramiento es uno de los grandes proyectos del ambicioso plan que tenemos para recuperar la red de trenes en el área metropolitana y mejorar la calidad del transporte público. Queremos que este sea la opción más rápida, cómoda y segura", afirmó en ese momento el ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
Toda la historia del soterramiento es de una demora tras otra. El plan original surgió en 1901, y por eso entre 1903 y 1905 se construyó el tramo en trinchera entre Once y Caballito. Pero los cambios de gobierno, las crisis económicas, la estatización de los ferrocarriles y otras cuestiones dejaron, ya desde el siglo pasado, al proyecto en la nada.
Y estas demoras fueron impidiendo otros avances. Un ejemplo: en los últimos años el Gobierno porteño construyó más de 25 pasos bajo nivel para eliminar barreras de todas las líneas ferroviarias que atraviesan la ciudad, pero no hizo ninguna en el Sarmiento porque estaba a la espera del soterramiento.
CRONOLOGIA DE ANUNCIOS:
Febrero de 2006. El presidente Néstor Kirchner anuncia la licitación internacional para el soterramiento del Sarmiento en el tramo entre Caballito y Liniers.
Agosto de 2007. En un nuevo acto por la recepción de las ofertas, Kirchner explica que las obras cubrirían toda la traza hasta Moreno.
Enero de 2008. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner retoma las promesas y dice que el soterramiento tardará tres años de obras.
Diciembre de 2008. La Presidenta promete otra vez el inicio de la construcción para mediados de 2009. Justifica las demoras por la crisis internacional.
Julio de 2012. El ministro de Transporte Florencio Randazzo encabeza un nuevo acto para poner en funcionamiento la tunelera, y promete terminar la construcción en 2015. Pero el túnel no avanzó ni un metro.
Randazzo. En 2012, en el anuncio del comienzo de las obras de soterramiento del ferrocarril. / G. Garello - gustavo garello
Randazzo. En 2012, en el anuncio del comienzo de las obras de soterramiento del ferrocarril. / G. Garello - gustavo garello
Junio de 2014. Luego de que Clarín informara sobre la paralización de la obra, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich afirma que arrancarían ese mismo año.
Febrero de 2016. El presidente Macri promete iniciar la construcción este año y terminar en cinco años.