Por Daniel Santoro/Clarín.-
El alcance del segundo procesamiento de Báez.
Casanello citó a una fiscal suiza que reveló que la plata negra provino fundamentalmente de Panamá.
Entre eventuales “buchones” y el fortalecimiento de la pista panameña, la causa por la ruta del dinero K ayer avanzó con nuevos procesamientos y pedidos de cooperación judicial a otros países. En ese camino, antes de viajar al Vaticano, el juez Casanello pidió a Suiza la extradición de Néstor Ramos, el director de la suiza Helvetic Services Group que compró La Rosadita, repatrió 33 millones de dólares de Báez y aún guarda secretos de estas maniobras. Todo mientras Marijuan intenta que Báez se acoja, también, a la figura del arrepentido, luego de reunirse con dos de sus hijos. Y en medio de una operación lanzada contra el juez de la cual, hasta ahora, no se entregó ninguna de las pruebas denunciadas. Ataques típicos que se lanzan contra jueces que procesan sospechosos, como está haciendo Cristina Kirchner contra el juez Claudio Bonadio en la causa de dólar futuro o como hizo Menem contra el fiscal Carlos Stornelli en la causa de la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia en los noventa.
Pero en la causa de la ruta del dinero K ya está probado que los 33 millones de dólares que se repatriaron en el 2012 no eran de Helvetic, sino una operación para blanquear fondos negros de Báez depositados en Suiza. Precisamente, para la compra de los títulos públicos en forma escalonada a través de la operadora de bolsa Financial Net, el abogado Jorge Chueco tenía un poder de representación. Además, los nueve cheques que se depositaron en la cuenta del fideicomiso de Austral en el Banco Nación había sido endosados por Chueco, lo que explica las razones de su procesamiento con prisión preventiva de ayer, pese a que quiso pasar por ininputable con problemas de depresión.
Casanello se basó en un sumario del Mercado de Valores de Rosario para demostrar la ilegalidad de esa repatriación que pasó por Panamá y el hecho de que Financial Net rompió su contrato con Helvetic.
Un hallazgo, es que el juez citó el exhorto de Suiza donde dice que la fiscal Angele Wellauer reveló que “escuchó a los responsables a cargo de la gestión de los fondos en posesión del banco LOMBARD ODIER & CIE y del banco J. SAFRA SARASIN SA. (...) [S]urge de ello que los fondos de la familia Báez habrían sido girados, inicialmente, al banco LOMBARD ODIER & CIE y luego transferidos a J. SAFRA SARASIN SA”. En el Lombard Odier, Martín Báez tenía abierta una cuenta a nombre de la off shore de Belice llamadaTeegan manejada desde Panamá y creada por Federico Elaskar.
Por allí pasaron por lo menos un millón y medio de dólares. La fiscal suiza también explicó que el Centro de Economía y Finanzas del Ministerio Público Fiscal, luego de analizar una serie de documentos, habría concluido que “los fondos depositados en Suiza proceden de fuentes externas a Suiza, en particular de Panamá. A partir de sociedades relacionadas con la familia BAEZ, se depositaron alrededor de USD 22 millones”. Se fortalece así la conexión panameña.
En el fallo, el juez también ratificó que, a su criterio, el delito precedente de estas operaciones de lavado fue la entrega de facturas truchas a Austral desde la “usina de Bahía Blanca”. Pese a la negativa de la nueva defensa de Báez, la “fábrica” de facturas truchas Calvento, por ejemplo, le entregaba estos documentos a Constructora Patagónia que tenía como casi único cliente a Austral. Los anteriores abogados de Báez habían admitido esa relación. Esas facturas permitieron “justificar y respaldar documentalmente costos inexistentes lo que, en paralelo, le habría servido para resguardar o encubrir sobreprecios de obra pública”, dijo el juez. Si la Cámara Federal porteña confirma la semana próxima éste y el primer procesamiento, Báez tiene por lo menos dos años de prisión preventiva y mucho tiempo para pensar si se arrepiente y eventualmente acusa a Néstor y Cristina Kirchner.
