HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

sábado, 14 de noviembre de 2015

UN IMPUESTO A LOS POBRES.


    Por Diario HOY.- Una de las bases para entender la economía, habla de que la inflación causa una subida continuada de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos o hacer uso de ellos, afectando en mayor medida a las personas de menores recursos. Los que menos tienen son aquellos que se ven más afectados por la corriente inflacionaria que azota al país desde hace varios años, mermando su capacidad de consumo y haciendo que su vida en vez de crecer, descienda a grandes pasos. Al revés de lo que ha sucedido en el mundo, el gobierno kirchnerista ha negado la existencia de la inflación a través del discurso y de los números del Indec, con lo cual cuando se niega un problema tan claro como la inflación, es imposible generar políticas públicas para solucionarlos.
Fiel a la costumbre de encerrarse en su propio círculo vicioso y no ver lo que sucede a su alrededor, el gobierno ha tenido como único antídoto para combatir a la inflación, sumergir a la economía en un estado de recesión, y ni bien aparece algún rasgo de manera de inestabilidad con respecto al dólar, los precios vuelven a subir. Con las elecciones en mente, durante todo este tiempo no ha habido una estrategia integral que replantee todo para poder encarar una etapa distinta, sino que su estrategia ha sido aguantar como sea hasta diciembre, no habiendo ningún intento oficial de cambiar o modificar algo de la política económica, perjudicando así a todos los argentinos. Llevar adelante un plan antiinflacionario supone pagar costos sociales importantes que el gobierno no estuvo dispuesto a pagar, y esa mezquindad política ha llevado a que los pobres, aquellos a los que desde lo discursivo dicen representar, se vean afectados de sobremanera en su vida diaria. Suele decirse que la inflación es el impuesto al pobre, y nunca como antes puede verse que durante la mal llamada década ganada, en vez de bajar la pobreza durante años de bonanza económica, el proceso inflacionario no hizo más que sumergir a millones de ciudadanos en la más absoluta de las miserias. 


 Navidad complicada 

 Se acerca la temporada de fiestas y con ella se avecinan grandes aumentos en los productos típicos de la canasta navideña. Alimentos y cotillón para ambientar el fin de año sufrirían grandes incrementos con respecto al año pasado, malogrando el poder de consumo de los argentinos. Según advierten desde diferentes organismos de defensa del consumidor, los incrementos para este año rondarían el 30%, lo que llevaría a que se pasaran unas fiestas con pocas compras y aguzando el ingenio para pasar buenos momentos en familia. A todo esto, se insinúa que las empresas acudirán no sólo a subas considerables en los alimentos, sino también a bajar los gramos y la calidad de los mismos, engañando al consumidor en la calidad y cantidad de los productos.

 “El problema central es la inflación” 

 Por Martín Simonetta (*) Especial para Hoy 

 El argentino se ha acostumbrado a lo largo del tiempo a recibir malas noticias de aumentos en alimentos de la canasta básica o productos vitales para la vida diaria como los medicamentos. Aunque el gobierno lo niegue, hay una inflación cercana al 25% que hace que los bolsillos de los ciudadanos no resistan ya más incrementos en bienes y servicios. Todo esto se debe a una política gubernamental que no ha servido para controlar la inflación que es el peor impuesto al pobre, porque al que más ataca es a los que menos tiene, y este gobierno la niega en vez de asumirlo, y al no admitirla no lleva adelante políticas eficaces que tiendan a su destrucción. El problema central es la inflación, que hoy está afectando al nivel de actividad y genera una caída en el nivel de actividad, con lo cual va a haber menos producción y se genera una situación de estanflación, de estancamiento con inflación. En la medida que suben los precios, la gente tiene que decidir qué es lo que tiene que dejar de comprar al mes siguiente, y eso se traduce en una baja en la actividad económica. 

 (*) Profesor en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES)

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