Por Ana Gerschenson, Periodista/El Cronista.-
Mauricio Macri no pierde un segundo para demostrarle al mundo que la Argentina quiere volver a tener un lugar en el escenario internacional. Pero sobretodo, que desde el 10 de diciembre el gobierno romperá el eje ordenador de la política exterior en los últimos 12 años: el que tuvo a Venezuela como principal aliado de la Argentina en el mundo.
Este miércoles, su elegida canciller, Susana Malcorra, llegará a Buenos Aires para hacerse cargo de la diplomacia macrista. "Todos los presidentes la conocen", por haber sido hasta hoy la jefa de Gabinete del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Los jefes de Estado distanciados del kirchnerismo no esperaron a que Macri se acomode en su despacho de la Casa Rosada. España envió a ayer a su canciller, José Manuel García Margallo, después de 9 años sin una visita de primer nivel durante el kirchnerismo.
El presidente francés, Francois Hollande le envió una carta al Presidente electo, confirmando su viaje a Buenos Aires para febrero próximo.
Hollande se había comprometido a visitar la Argentina en marzo pasado, pero la postura distante, sin una condena explícita de la Presidente, cuando en enero se produjo el ataque terrorista a la revista francesa Charlie Hebdo, generó el resquebrajamiento de la relación bilateral y la anulación del viaje de Hollande.
La reconstrucción de la relación diplomática con el gobierno estadounidense ya comenzó con la llamada telefónica del Presidente Barack Obama, la semana pasada. Y fuentes diplomáticas norteamericanas, y macristas, ya dialogan sobre un encuentro personal en la Casa Blanca, una invitación que Cristina Kirchner no logró conseguir –aunque lo intentó– en sus 8 años de gestión.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, también se reunió con el embajador de China, Yang Wamming. De hecho, tuvo que salir a pedir prestada una corbata para cumplir con el protocolo diplomático del encuentro. Peña, y Fulvio Pompeo, quien será secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno, le confirmaron al embajador chino la intención de seguir incrementando las relaciones bilaterales, aunque antes necesitan "revisar" lo firmado en secreto por el gobierno de Cristina Kirchner.
Resta concertar el encuentro entre Macri y la brasileña Dilma Rousseff, que podría llegar a ser esta semana, debido a que Rousseff canceló a último momento el tramo de su gira a Vietnam y Japón. En una semana, y aún sin haber asumido la Presidencia, Macri tuvo más contactos internacionales que Cristina Kirchner en lo que va del 2015, a punto de terminar.
