HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

sábado, 21 de noviembre de 2015

LA TROPA DE KICILLOF ARRÍA LAS BANDERAS Y TEME POR EL DESALOJO


    Por Francisco Olivera/La Nación.- Los gritos llegaban, a través de las ventanas, al pasillo de la planta baja. Era el mediodía de anteayer y un grupo de empleados de la Secretaría de Comercio, que conduce Augusto Costa, hacía catarsis en la oficina de call center, donde se atienden las quejas de los consumidores. Discutían. Ese sector del Ministerio de Economía, ubicado sobre Diagonal Sur, había sido en realidad un hervidero durante toda la mañana: acababan de trascender a la prensa varios de los movimientos de los casi 40 nuevos contratados de esa cartera que pertenecen a La Cámpora, muchos de los cuales no tienen siquiera escritorio y suelen agruparse en el piso 9° del edificio, convertido hace tres semanas en búnker de campaña sciolista, y esa filtración acabó por enfurecer a los antiguos empleados de planta. El ministerio que trabaja, podría decirse, en clave Indec. "Nos van a sacar a todos por culpa de éstos", advirtió alguien intuyendo que tal vez, en el futuro, si el nuevo presidente decidiera hacer una auditoría o una limpieza, será difícil separar la paja del trigo. Habían tomado la precaución de tapar algunos vidrios con láminas. Pero esos pasillos son siempre indiscretos. Allí acude, por ejemplo, casi todo el personal que busca señal para comunicarse.
Por teléfono móvil o incluso por mensajes de texto y WhatsApp, porque en esa sucursal del ministerio no hay Wi-Fi, salvo en el 9° piso, el sector recién refaccionado que alberga a los nuevos contratados. Al reducto militante se accede tras bajar de un ascensor decorado con una pequeña calcomanía de "Scioli presidente" sobre las puertas metálicas, y luego de abrir a la izquierda una puerta de madera. Cuando anteayer se divulgó que los recién llegados lo usaban como base de operaciones, varios de ellos se reunieron en el salón Belgrano decididos a detectar la filtración. No se dejó entrar ni a los mozos que sirven café. Un clásico resguardo camporista en varios ministerios. Casualidad o no, el 9° piso del ministerio estaba ayer casi vacío. Una perfecta pintura de la desolación que cunde en muchas áreas del Estado, como por ejemplo Aerolíneas Argentinas, en cuyas oficinas han empezado a preparar, ironías de la industria, las valijas. Sea quien sea el triunfador mañana, Scioli o Macri, todo adherente a La Cámpora sabe que deberá buscar trabajo en otro lado. Y es inevitable que esa certeza repercuta en el ánimo de empresarios que interactúan todos los días con esa agrupación, fundada por Dante Gullo y conducida por Máximo Kirchner. Es probable que Precios Cuidados sea la primera víctima de la implosión kirchnerista. Según los parámetros en los que fue pensado, ese programa excede largamente la lista de más de 500 productos con descuentos: casi toda la economía se somete a revisiones trimestrales en las que el secretario de Comercio autoriza aumentos a los empresarios. 


Pero hace varias semanas que Costa ha perdido esas atribuciones porque el establishment descuenta que, con Scioli o con Macri, la convivencia con el poder será cualitativamente distinta. La semana próxima podría entonces ser un jubileo de alzas postergadas cuya concreción acaso reciba el aval del sucesor de Cristina Kirchner. El único factor que podría amortiguar esas decisiones será la demanda: hasta dónde el consumidor es capaz de pagar. Mercado, ni más ni menos, una palabra maldita. "Voy a mandar al supermercado una lista con 10 y 13%, según el caso. Quiero ser ciudadoso: si pasa, la dejo", confesó un fabricante nacional. caritas navidad Es cierto que el diálogo entre camporistas y empresarios está roto desde hace rato. Entre otras razones, porque se erigió a partir de la desconfianza. Costa ha tenido, admiten en las corporaciones, modos más amables que los de su antecesor, Guillermo Moreno. Pero nunca hubo entre ambas partes una reconciliación sincera. Ejecutivos que se habían habituado al trato con funcionarios de carrera vienen despotricando desde el día en que, en lugar de una contadora elegida por concurso, sus llamadas al área de Publicidad de la Dirección de Lealtad Comercial encuentran la voz de Adriana, una contratada que suele contestar las inquietudes con un "ni idea". Casada con uno de los choferes de la Secretaría de Comercio, Adriana no ha logrado todavía la experiencia de su antecesora por dos razones concretas: tiene 22 años y su trabajo anterior fue en salones de belleza de la ciudad de Tigre. Esta debilidad profesional hace que, a diferencia de la empleada anterior, no tenga autorizada la firma. Igual que su par Cecilia Bonorino, camporista designada en ese departamento por el propio Costa y que, por motivos de prudencia, el Ministerio de Economía ha resuelto mantener lejos de su compañera de militancia Florencia Girotti, especialista en grafitis callejeros. No se llevan bien. Son los límites del vasto universo Kicillof. 

Esa parte del kirchnerismo que, a diferencia de sus socios justicialistas, sigue reacia a interactuar con la próxima administración. Cualquier dirigente peronista sabe que el mundo sigue si gana Scioli y, con Macri, la construcción política requerirá al menos de la colaboración de algunos experimentados. Tarde o temprano alguien podría ordenar una auditoría: más vale no entorpecer ninguna transición. Alejandro Granados, por ejemplo, se reunió varias veces con Cristian Ritondo, su heredero del Ministerio de Seguridad, que le retribuyó el gesto: "La policía mejoró de la mano de Granados", dijo la semana pasada el hombre de Pro. De todos modos, el ex intendente de Ezeiza tiene intactas las esperanzas de que el Frente para la Victoria triunfe mañana en el ballottage. Hace unos días, por ejemplo, durante una reunión interna, fundamentó su optimismo en que el kirchnerismo no tendrá esta vez que pagar el costo de otra pelea entre María Eugenia Vidal y Aníbal Fernández. "El domingo, en el cuarto oscuro no van a estar ni Heidi ni Drácula", se entusiasmó. Es el mismo reparto de culpas que hacen en Aerolíneas Argentinas, donde además se preparan para recibir la inmediata intervención en cuatro áreas sensibles si gana Macri: Compras, Legales, Recursos Humanos y Finanzas. Más que como una medida hostil, la presienten natural e inevitable. Son lecciones que siempre deja la función pública. O cualquier posición de autoridad en el ámbito que fuere. El modo más inteligente de ejercer un cargo es entender que el poder, público o privado, grande o pequeño, puede extinguirse en una tarde.

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