Por Diario HOY.-
El zar del juego K compró el 70% del banco Finansur y uno de los que no objetó esta transacción es Hugo Álvarez, quien le manejó un estudio contable en Santa Cruz hasta el año pasado. Otra vez la corrupción metió la cola
A finales de la semana pasada, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) aprobó la venta del Banco Finansur. Justamente, su nuevo dueño es el zar del juego K, Cristóbal López, quien de ahora en más controla el 70% de las acciones, mientras que el paquete minoritario quedará en manos de Sánchez Córdoba.
Quienes autorizaron esa operación, después de dos años de análisis, fueron los directores del BCRA. El Síndico titular del organismo no hizo ninguna observación al procedimiento. Su nombre es Hugo Álvarez, quien maneja un estudio contable en Santa Cruz, tierras presidenciales.
Este estudio, controlaba las finanzas de la empresa que administraba hasta por lo menos finales del 2014, las cuentas de la hostería llamada “El Retorno”, que es propiedad de Cristóbal López. Esa compañía de explotación hotelera se llama Idea Sociedad Anónima S.A y hoy también está a cargo de la comercialización de los hoteles de los Kirchner.
En tanto, el desembarco en el sistema financiero de López genera preocupación entre los especialistas en el mercado y en otros dueños de entidades bancarias. Ya que el zar del juego K es uno de los principales empresarios de los negocios del juego, como casinos bingos y sobre todo de las máquinas tragamonedas del hipódromo de Palermo, que logró tener la concesión gracias a su amistad con Néstor Kirchner.
En un futuro, Cristóbal López pretende extender sus dominio en el sector hacia lo que considera como un “boom” para las apuestas on line (por internet).
Por su parte, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) recomienda a los países miembros no autorizar al sistema bancario a accionistas que tengan negocios con el mercado del juego. Todo lo contrario que pasa en Argentina con López.
Mientras tanto, el Síndico titular del BCRA, Álvarez, intenta ocultar hace varios meses sus relaciones profesionales con el poder K. Esos vínculos se extienden más allá de sus lazos contables con una de las compañías del nuevo dueño de Finansur.
En la documentación financiera de Adea S.A, administradora comercial de la histeria de Cristóbal López pero también de los emprendimientos turísticos de la familia Kirchner. En esa sociedad, que se dedica a manejar los hoteles K por lo menos hasta hace pocos meses una hostería del zar del juego tiene el título de “Informes de Revisión de Cuentas”.
En dicha investigación, se especifica el análisis de los cuatro hoteles: Alto Calafate, La Aldea, Las Dunas y El Retorno. A partir de ello, los autores de este trabajo y el vínculo es que el estudio contable denominado ABP.S.H es uno de los socios el Sindico del Banco Central, Hugo Álvarez.
Sin embargo, Álvarez se aparto del caso y expresó: “nunca me he desempeñado como contador ni he desarrollado la actividad profesional para Hotesur”. Pero, mediantes los informes realizados por el estudio contable de Álvarez, puede leerse un párrafo llamativo, donde se admite que en el 2014, en abril más precisamente, registraba en su “contabilidad” los sectores de “tesorería y proveedores en forma manual”.
Insólita estrategia K en la causa Hotesur
El zar del juego K, Cristóbal López, impulsó una medida judicial insólita para beneficiar a la familia presidencial en la causa que investiga si los hoteles de los Kirchner que se usaron para lavar dinero. El empresario, involucrado en ese expediente, presentó un recurso pidiendo que el caso pase a tramitarse en un juzgado federal de Bariloche. La causa Hotesur, está bajo mando del juez Claudio Bonadio, un magistrado que la Casa Rosada considera “inmanejable”.
Hace pocos días, Cristóbal Lopez se autodenunció en una fiscalía de Bariloche: solicitó ser investigado en la trama Hotesur pero en un juzgado federal de esa ciudad patagónica que subroga Walter López Da Silva.
Los abogados del empresario afirmaron que es en ese distrito patagónico donde está ubicado el hotel de López llamado “El Retorno”, investigado por Bonadio debido a que la compañía mantuvo vínculos financieros con uno de los hoteles de los Kirchner, el “Alto Calafate”.
Si el plan jurídico de López progresa, la pesquisa sobre las finanzas de los hoteles K se retrasaría hasta que diferentes tribunales definan cuál es el juez que debe avanzar en la investigación.
Estrategia similar a Lázaro Báez
El empresario amigo de la presidenta Cristina Fernández siguió así la misma estrategia defensiva que plantearon ante la Justicia otros socios y allegados a los Kirchner involucrados en el expediente Hotesur, como Lázaro Báez, ex administrador de los hoteles de la familia presidencial.
En abril, el empresario K se presentó en el juzgado de Bonadio para pedirle al juez que le conteste a la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia si la causa Hotesur no debía en realidad investigarse en esos tribunales.
La autodenuncia que hizo Cristóbal López es el calco de una acción que ya había realizado Báez pero en Santa Cruz. El constructor de obra pública K también se había autodenunciado en el sur buscando que sean los jueces de esa provincia los que investiguen el posible lavado de dinero en los hoteles de la familia presidencial.
Amigos del poder
Desde el 2013 hasta fines del año pasado “El Retorno” fue administrado por la misma sociedad que administra tres de los hoteles propiedad de los Kirchner. Esa empresa se llama Idea Sociedad Anónima y su presidente es Osvaldo Sanfelice: además de ser socio de Máximo Kirchner en una inmobiliaria, es empleado de Cristóbal López en una de sus varias compañías.
El fiscal Jorge Bague Creta, de Bariloche, imputó a López después de que éste se autodenunció. En un escrito que elevó al juez federal de esa ciudad, Walter López Da Silva, el fiscal explicó, entre otras cosas, que debía analizarse si Cristóbal López “pactó fraudulentamente” con Idea SA para “derivar o recibir fondos del Alto Calafate”. Para eso, según él fiscal, debe determinarse “la competencia en base” a la comisión de los probables delitos a investigar.
Ahora dos de los empresarios K más beneficiados por el Estado en la última década buscan que la causa se investigue en el sur. Fuentes del entorno de López aseguran que no tienen nada que esconder, y que el empresario no controla al juez y al fiscal de Bariloche que podrían investigarlo.