Por Pablo Ibáñez/Ámbito.-
En tres semanas, el peronismo K le abrochará la medalla de sucesores preferidos a Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Cuando en la medianoche del 20 de junio se anoten las ofertas presidenciables del FpV comenzará, como poetizó un operador del PJ, "a sonar otra música". Y, en ese instante, Cristina de Kirchner empezará, de verdad, a despedirse del poder.
Este atardecer, ante una Plaza de Mayo que se anticipa tumultuosa, la Presidente hará su último show masivo como jefa absoluta. El lado animal del poder es la presunción -irracional- de la eternidad, utopía que Diana Conti sintetizó en el "Cristina eterno" y fue uno de los combustibles del 44% que amontonó Sergio Massa en octubre de 2013.
El raid de festejos de la Semana de Mayo se clausurará con un discurso presidencial que, en lo simbólico, será su despedida frente a las multitudes que la veneran. El después del 20-J, cuando se registren los candidatos, tendrá el aroma inconfundible del adiós.
Cristina de Kirchner apuesta -y nada, a priori, parece arrebatarle ese rol- a estirar su centralidad. Tiene, por delante, tiempo -faltan más de 70 días para las PASO- y recursos, pero hasta acá no apostó explícitamente a imponer un sucesor porque, como dicen desde La Cámpora, "es tiempo de conducir a todos".
Los últimos 15 días jugó, gestual -un lenguaje que interpreta en el sistema político pero no permea del todo en el votante filo K- para potenciar a Florencio Randazzo. Así y todo, entre los kirchneristas full (categoría que patentó Analía del Franco para referirse al adherente pleno) el ministro y Daniel Scioli aparecen empardados.
En su puesta patria de esta tarde, Cristina de Kirchner fijará un menú de urgencias: transitar las citas autorreferenciales y sobre Néstor Kirchner, insumos para construir su día después, o intervenir intensa y detenidamente en la porfia K por su sucesión. Federico Aurelio, consultor heredero, suele decir que para modificar la tendencia a favor de Scioli en la interna del FpV, la Presidente no sólo debe declarar su favoritismo por Randazzo sino debería, además, excomulgar políticamente a Scioli. Decir: "Es éste y no aquél".
El ministro descree de esa tesis, quizá porque asume que dificilmente la Presidente haga algo más que escenificar gestos de preferencia a su favor. Scioli le reza al improbable silencio de Cristina de Kirchner mientras ensaya el libreto de la hiperkirchnerización y lo intercala con una agenda propia. La mesa operativa que, fiscalizada por Eduardo "Wado" De Pedro, armó para que Scioli y Randazzo acuerden la logística de la elección confirma que habilitará el mano a mano, que los dos serán candidatos -se especuló con que podrían no darle la boleta del FpV al gobernador- y que, de mínima, intervendrá para que la PASO sea competitiva. En Casa Rosada, explican que el propósito de Cristina de Kirchner en esa mesa es "garantizar una Primaria limpia", que los dos puedan fiscalizar y que no haya picardías.
La bajada de Jorge Taiana, candidato del Movimiento Evita, tuvo ese rasgo: en Olivos advertían que Scioli aparecía como el principal sponsor y promotor de un tercer candidato y apuraron la deserción del excanciller que a los días cenó y se fotografió con Randazzo.
Una Primaria pareja es, entienden en Gobierno, la manera de que el día después los dos candidatos sean necesarios en la campaña nacional, una remake del Menem-Cafiero del '88, donde el perdedor acompañó luego al ganador. A Randazzo no le agrada la analogía -por la carga ideológica- pero los suyos remiten al fenómeno de aquel Menem que derrotó a Cafiero que, como Scioli, además de gobernador bonaerense tenía el respaldo de gran parte del PJ.
En el acto de esta tarde, en Plaza de Mayo, Cristina de Kirchner se mostrará como la dueña de todo el dispositivo político que la celebra: estarán, en un lugar preferencial, las columnas de La Cámpora, pero asistirán, también, las tropas esa gran familia del peronismo institucional: intendentes, gobernadores y gremios. La mayoría de esos jerarcas tomaron postura -y la explicitaron- en el duelo por la sucesión, a pesar de la prescindencia de la Presidente.