Por Martín Dinatale/La Nación.-
Cristina Kirchner comprendió a la perfección que ingresar dinero fresco en su último año de mandato tendrá un alto costo para la Argentina. Pero no parece inmutarse. Por el contrario, está dispuesta a correr con todos esos riesgos.
El viaje de la Presidenta a China para reforzar la alianza estratégica integral que Buenos Aires selló con Pekín quedó opacado en medio del escándalo político por el caso Nisman.
Pero no por ello el resultado de esa visita oficial dejará de tener un elevado impacto en las relaciones diplomáticas y comerciales de ambos países en el futuro inmediato.
La Presidenta mostró con esmero en sus primeras horas de visita oficial a China que necesita de los fondos frescos de Pekín para contrarrestar el revés que tiene la Argentina en los mercados internacionales para conseguir crédito, a raíz del default. Así, Cristina Kirchner anunció -con elogios mediante a empresarios y funcionarios chinos- el potencial ingreso de unos 20.000 millones de dólares de Pekín destinados a obras de infraestructura, proyectos energéticos y planes espaciales, entre otros acuerdos.
Como bien lo plantea en un detallado trabajo académico el argentino Jorge Malena, uno de los mayores especialistas de China, la categoría de alianza "estratégica integral" que firmó Cristina Kirchner con su par Xi Jinping el año pasado es uno de los estamentos más importantes que otorga Pekín en el ámbito diplomático. Se le otorga a unos pocos países.
En este esquema, Malena sostiene que "la política brinda el marco y la economía es el motor".
En este esquema no es casual que por su poder económico y su potencial mundial en esta relación que China se fijó con la Argentina, la administración de Xi se muestre como el socio más fuerte y el gobierno de Cristina como el más débil.
"La situación de default de la Argentina y su necesidad imperiosa de conseguir fondos urgentemente la debilita ante China", expresa el ex embajador argentino en Pekín, Jorge Mayoral.
Algo de esto se pudo ver en los últimos gestos de la Presidenta y en las advertencias que elevó la Unión Industrial Argentina (UIA) en el comunicado de último momento que emitió anteayer.
Hay varios indicios que muestran a un Gobierno que ha cedido demasiado espacio ante el avance de China:
1- Los acuerdos de cooperación económica que se aprobaron raudamente en el Senado y que esperan su tratamiento en Diputados contemplan, entre otras cosas, el envío de fondos a cambio de la adjudicación directa de licitaciones para los empresarios chinos en obras de infraestructura. En este contexto, la UIA dijo que ello implicará "un enorme riesgo para el desarrollo argentino". Esos acuerdos también prevén la contratación de mano de obra china y la importación de insumos para las inversiones proyectadas. Ni siquiera Brasil, que es un socio importante de China, se permite este tipo de concesiones.
2- Cristina Kirchner calmó ayer en público a los empresarios de Cofco, socia mayoritaria de la compañía agroexportadora Nidera. Les prometió la autorización para operar un puerto en el que invirtió 40 millones de dólares y cuya habilitación está demorada. "Quédese tranquilo, la habilitación del puerto la va a tener", le dijo la jefa del Estado. No son pocos los empresarios que trinaron en Buenos Aires al escuchar esas palabras ya que algunos esperan desde hace años la habilitación de sus obras.
3- En la visita a los CEOs de empresas chinas la Presidenta ofreció explotar el yacimiento de potasio "más importante del mundo" que dejó "vacante" la brasileña Vale por supuesta "falta de condiciones para invertir", dijo. Fue un claro mensaje de que la Presidenta está dispuesta a cerrar filas con Pekín en detrimento de Brasil y Estados Unidos. También abrió las puertas para que los chinos desembarquen en el yacimiento "más grande del mundo" de litio en Jujuy para fabricar baterías de autos.
4- Algunos funcionarios de la comitiva oficial mostraron como un logro el acuerdo que selló la Argentina con China para la construcción de una estación espacial en Neuquén que estará enmarcada en 200 hectáreas y que prevé una exención impositiva a 50 años. Se llegó a comparar este proyecto con un acuerdo similar que existe con la Unión Europea en Mendoza. Sin embargo, el régimen de exención impositiva y las facilidades que la Argentina ofreció a China no son iguales a las de los europeos.
5- La Presidenta subrayó el acuerdo entre YPF y la petrolera estatal china Sinopec para petróleo y gas y la importancia de seguir avanzando en energía nuclear, tema sobre el cual De Vido firmó ayer un acuerdo con el gabinete chino. Ni siquiera Rusia tuvo semejantes avances hasta ahora en estos rubros.
Hay muchas contradicciones y desfasajes en la alianza que selló Cristina Kirchner con China. Existen condicionamientos a cambio de divisas frescas que ni siquiera Néstor Kirchner le permitía al FMI.
La Presidenta hoy se trasladará a la Casa Del Pueblo para visitar a Xi Jinping y es probable que allí anuncien nuevos acuerdos. Sólo el tiempo dirá si la suerte de esos proyectos ayudarán a la Argentina como dice la Presidenta o simplemente serán un peldaño más abajo de su hundimiento.
