Por Diario HOY.-
La Cámara de Diputados aprobó los convenios firmados por la presidenta Cristina Fernández con el gigante asiático. Nueva fase en la entrega de la soberanía nacional que significa la hipoteca de la Argentina para las próximas generaciones
La Cámara de Diputados aprobó anoche los acuerdos de cooperación firmados por el gobierno nacional con la República Popular China, en lo que representa un paso más en la entrega de los recursos naturales a las potencias extranjeras. Tras casi ocho horas de debate, el oficialismo avaló con 133 votos a favor y 107 en contra el proyecto vinculado con la base espacial, mientras que los convenios de cooperación económica fueron avalados con 133 votos positivos y 108 negativos.
Entre otros puntos, los acuerdos habilitan que empresas estatales chinas no liciten, sino que directamente hagan convenios con el gobierno, con municipios, con provincias, haciendo grandes obras y prestando servicios. Además, tendrán accesos privilegiado para poder explotar recursos del subsuelo argentino. Esta situación es evidente que perjudica el futuro del país en detrimento de las próximas generaciones, poniendo a la Argentina al servicio de los intereses del gigante asiático.
Distintos especialistas señalan que un gobierno que se está yendo, al cual le quedan menos de 10 meses de poder, no puede hipotecar el país por 30 años. Por ejemplo, el programa nuclear tiene una extensión que atravesarán distintos gobierno. Se trata de dos centrales sucesivas, y cada una llevará entre 7 u 8 años construirse.
El pueblo como rehén
En diálogo con Hoy, el Doctor Alieto Guadagni, ex Ministro de Economía bonaerense y ex Secretario de Relaciones Económicas Internacionales e Industria Comercio y Minería de la Nación, “esto significa plenamente una entrega de la soberanía nacional a los intereses chinos. Hay referencias de que hay obras provinciales que el presupuesto nacional les cedía 220 o 230 millones de dólares, y que se termina acordando por 400 millones”.
Para el ex embajador en Brasil, “el gobierno está claramente dejando una hipoteca y una bomba de tiempo a la administración que viene. Los chinos le han dado al gobierno un caramelo que son estos Swap, que sólo sirven para comprar en China, que no son dólares contantes y sonantes, sino que son monedas inconvertibles”.
“Estos tratados son un gran daño para el país. Acá se está firmando la hipoteca de la Argentina, y los diputados que votaron a favor de esto no pensaron ni en la Argentina ni en su futuro. Lo malo no es negociar con los chinos, lo malo es no negociar con los chinos porque no estamos negociando. Se puede negociar cuando se pueden vislumbrar varias ofertas, pero acá nos entregamos a los intereses chinos sin que nos den nada a cambio”, resaltó Guadagni.
El secretismo que ha rodeado a estos acuerdos no hace más que generar un mar de dudas sobre el origen de los mismos. Que todo lo actuado quede entre cuatro paredes, y que país asiático tenga la posibilidad de hacer y deshacer a su antojo, no hace más que dejar en claro que el kirchnerismo sólo piensa en su subsistencia política sin pensar en el daño que esto provoca a la Argentina.
Los convenios con China constituyen el acto final de un gobierno en retirada, jaqueado en la Justicia por diversos actos de corrupción, al que no le interesa en lo más mínimo el país y su futuro.
Beneficios para un solo sector
Los convenios con China fueron lanzados por el gobierno con una fuerte parafernalia propagandística, tendiente a imponer en la sociedad la idea de que los mismos representan un fuerte avance en la consolidación de la “independencia” nacional. Cuando se comienzan a analizar algunos de los puntos que han podido trascender de estos tratados, ya que la mayoría de ellos son secretos, puede verse que los grandes beneficiarios de los mismos son los capitales chinos, quedando relegados los intereses nacionales.
Las empresas chinas obtendrán grandes beneficios impositivos, podrán ingresar material y mano de obra propia sin pasar por los registros oficiales y hasta gozarán de inmunidad diplomática en los lugares del país en que se quieran establecer.
Avances en el saqueo
Hace pocas décadas atrás, la Argentina supo ser el ejemplo continental en materia de crecimiento y establecimiento de industrias, peleando mano a mano con las grandes potencias internacionales.
El paso del neoliberalismo y la consolidación de un modelo de desigualdad, llevó a que la clase dirigente nacional dejara de tener una idea industrialista del país, y se plegara a los dictados de países extranjeros.
Los convenios con el gigante asiático, representan que los chinos podrán poner en Argentina a sus militares y empresas que tengan fines no pacíficos, tal como está sucediendo con la construcción de una estación espacial por parte de China en la provincia de Neuquén, con fines militares y en los cuales las autoridades nacionales no tendrá ningún tipo de injerencia y no podrá poner objeciones a la misma.
Una de las condiciones para que en Neuquén exista inmunidad diplomática en la construcción de la base espacial, es porque en dicho centro de comunicación los chinos van a tener información de todos los movimientos marítimos, ya sea pacífico, comercial o bélico, al sur del Océano Pacífico y de nuestros mares, en una pérdida de soberanía que no hace más que hipotecar el futuro de los argentinos por las próximas décadas.
