Por El Cronista.-
“La Presidenta no es socia de Báez, que quede bien claro”, resaltó. Dijo que el empresario es “un contribuyente más” y que “donde está denunciado en sede judicial, la AFIP está de querellante”. Fue tras una investigación periodística por el supuesto uso de “facturas truchas” por Austral Construcciones.
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, salió hoy a rechazar un supuesto vínculo comercial entre la presidenta Cristina Kirchner y el empresario Lázaro Báez, muy cercano a la familia de la mandataria, al tiempo que defendió el accionar del organismo a su cargo en acciones vinculadas con investigaciones en torno a las compañías de Báez.
“La presidenta Cristina Fernández no es socia de Lázaro Báez, que quede bien en claro”, expresó Echegaray en medio de una presentación que realizó sobre la evasión impositiva a través de “facturas apócrifas” luego de que una investigación periodística volviera a atribuir al empresario K esa metodología de evasión tributaria.
Según la investigación publicada ayer por La Nación, que Echegaray cuestionó por un presunto “desconocimiento técnico o profesional” sobre el tema pero de la que no rechazó la información, distintos documentos probarían que Austral Construcciones, la nave insignia de Báez, utilizó facturas por decenas de millones de pesos de empresas fantasma y compañías que facturaron servicios que no prestaron. Hace años, había habido una denuncia similar la empresa Gotti, también de Báez.
En una conferencia de prensa en el salón Tacchi de la sede de la AFIP, Echegaray defendió el accionar de la AFIP en las acciones vinculadas con las empresas de Báez. “La AFIP –dijo- tiene efectivamente catalogadas, de acuerdo a los sistemas y sus bases de datos, a todas las empresas que integran el grupo económico de Lázaro Báez. Cada una ha tenido sus acciones de fiscalización y control”, con “ajustes (acuerdos) que han llevado al pago de deuda y acciones en la Justicia”.
Lázaro Báez “es un contribuyente más, como el resto de los contribuyentes que adeudan al fisco” o a los que el fisco les reclama una deuda, y “donde está denunciado en sede judicial, la AFIP está de querellante pidiendo acciones”, aseguró el funcionario.
Insistió asimismo en que “ha sido la AFIP con la fiscalía de Bahía Blanca la que ha impulsado y ha logrado que la Justicia logre el procesamiento de los principales imputados” en causas vinculadas al uso de facturas truchas, y que “no ha sido un (denunciante) externo el que ha logrado que la Justicia tome decisiones”.
También defendió el accionar de los empleados de línea de la AFIP (que, dijo, actúan “dentro de los protocolos que se ordenan desde la conducción” y toman “decisiones” sobre “ajustes, investigaciones y fiscalización” a partir de “matrices y perfiles de riesgos”) y resaltó que el uso de facturas truchas es una operatoria que “nace y termina” en el sector privado y en el que el Estados sólo tiene injerencia “en los sistemas de fiscalización y control y en sumar tecnología, que es lo que la AFIP ha venido y seguirá haciendo”.
Echegaray puso además el foco en la diversidad de empresas que la AFIP supone que utilizaron alguna “usina” de facturas apócrifas para evadir impuestos. “Son muchas, en vez de ponerles el acento a una o dos, tenemos un montón para ponerles el acento (…) ¿Es Lázaro Báez o es una mecánica que aplican gran parte de los planificadores de la Argentina?”, reclamó en una queja por el hecho de que se ponga la lupa en compañías ligadas al Gobierno.
El jefe de la AFIP prometió liberar inmediatamente un listado público de esas compañías que incluirá “causa, con usuario y usina”. También apuntó específica y reiteradamente contra el banco HSBC, al que acusó de “facilitar la utilización de facturas apócrifas” y contra el que pidió a la Justicia que tome acciones.