Por Ámbito.-
La familia de presuntos traficantes de drogas cargaron sus muebles y pertencias en un camión de mundanzas y se fueron del barrio Comunal Nº3.
Un grupo de vecinos de la localidad santafesina de Recreo organizaron una pueblada para echar a una familia que vive en esa pequeña comuna, que supuestamente se dedicaban a la delincuencia.
Según reveló la prensa local, antes de las 22 horas del miércoles un puñado de personas mantuvo una fuerte discusión con los integrantes de la familia, en el barrio Comunal Nº 3 de la ciudad. Entre gritos y amenazas, un hombre ingresó a la casa, tomó un arma y desde el fondo de la vivienda disparó en varias oportunidades. Por esos disparos resultaron heridos una mujer y un chico, que fueron trasladados al hospital Protomédico.
Ante ese ataque, el resto de los vecinos salieron a la calle y se concentraron frente a la vivienda de la familia para echarlos del barrio.
Pasadas las 2 de la madrugada, arrojaron piedras al auto de la familia, rociaron la casa con nafta y amenazaron con prenderla fuego.
El nivel de tensión fue creciendo y para evitar peores consecuencias llegó la policía. Para frenar la pueblada tuvieron que acudir efectivos de la comisaría de Recreo, de Recreo Sur, de la localidad cercana Gobernador Candiotti y dotaciones de la Guardia de Infantería de la Unidad Regional I.
Los testimonios recolectados por los medios locales de los vecinos señalan que esa familia -de la que no trascendió la identidad, ni la cantidad exacta de miembros- es "violenta" y que en esa vivienda se vendían drogas. "Esta gente es el problema. Son los que le venden droga hasta las criaturas, ya no los queremos mas acá", dijo un lugareño a FM Power Max.
Otros confesaron haber sido agredidos físicamente, otros dijeron que fueron amenazados de muerte y otros aseguran haber visto cómo los malvivientes disparan armas desde la casa.
Recreo está ubicada a 17 kilómetros de la capital provincial, Santa Fe de la Vera Cruz, y tiene 14.205 habitantes, según el último Censo de 2010. La casa permanece bajo estricta vigilancia policial, pero ya nadie la habita. Al mediodía llegó un camión de mudanzas y minutos después comenzaron a sacar los muebles. Serán reubicados por el municipio.
