HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

viernes, 25 de abril de 2014

EL PLAN BACHELET DE CRISTINA

Por Carlos Tórtora/El Informador.- El lanzamiento del FAU está siendo festejado en la Casa Rosada casi como con el mismo entusiasmo que en la centroizquierda. Es que según los cálculos de los consultores del oficialismo, la nueva coalición y la enorme expectativa que la misma está generando en los medios sólo podría producir un deslizamiento de votantes del massismo hacia la nueva entente.

De hecho, el gobierno ordenó varias encuestas específicamente dirigidas a verificar si el diputado tigrense empieza a bajar su caudal de votos. Mientras tanto, los operadores de la Casa Rosada no se quedaron quietos y habrían negociado en los últimos días con José Manuel de la Sota para que éste no se comprometa a competir con Massa en la primaria presidencial del Frente Renovador, legitimando el triunfo de aquél. La difícil situación financiera de Córdoba facilitaría estas negociaciones y, en síntesis, De La Sota habría asumido el compromiso de no concretar acuerdo alguno con Massa. Estos movimientos formarían parte de una estrategia mucho más amplia que algunos asesores de CFK denominan “el plan Bachellet de Cristina”. El mismo apuntaría al regreso de ella a la presidencia en el 2019, para lo cual deberían conseguirse una serie de objetivos. Para empezar, que el cristinismo retenga las segundas minorías en las dos cámaras del Congreso Nacional, además de varias gobernaciones -empezando por Santa Cruz- además de una masa importante de intendentes. La segunda condición consistiría en una entrega del poder con una economía controlada y sin crisis cambiaria ni una recesión fuerte, además de haber normalizado el frente externo a través de sendos acuerdos con los holdouts y el Club de París. La tercera condición, por demás obvia, sería que -igual que Michelle Bachelet con la Concertación en Chile- CFK funcione después del 2015 como jefa de la oposición, para lo cual sería ideal que el presidente sea Mauricio Macri, apoyado por la UCR y la mayor parte del FAU. Obviamente también deberían darse otras condiciones. La más obvia es que el Frente para la Victoria llegue al ballotage y no sea derrotado por una gran diferencia. 


 Dos realidades muy distintas 

 Como contrapartida, un triunfo de Daniel Scioli en el ballotage prácticamente sepultaría el “Plan Bachelet” ya que, como es sabido, en el peronismo el que manda es el presidente de la Nación. Sólo Macri podría cumplir el rol de Sebastián Piñera, ya que una victoria de Massa también aceleraría la disolución del kirchnerismo. Estos cálculos optimistas del cristinismo chocan con la diferencia más sustancial entre el proceso chileno y el argentino. Bachelet se retiró del poder prácticamente sin afrontar acusaciones de corrupción, lo que le facilitó ponerse de nuevo a la cabeza del frente opositor, en tanto que Cristina enfrenta la situación opuesta. Para este problema, desde ya que no hay solución feliz para el oficialismo. Sólo la expectativa de que el próximo gobierno se vea envuelto en un gran fracaso económico que favorezca el olvido colectivo de las innumerables acusaciones por corrupción que pesan sobre el kirchnerismo. Viable o no, el Plan Bachelet sería hoy el único que le permitiría una construcción política estratégica que lo ayude a salir de la vía muerta por la cual transita actualmente.

Entradas populares

ARCHIVO DEL BLOG