José Luis Lingeri |
Lingeri admitió que en el actual contexto será imposible avanzar en paritarias al no existir un porcentaje viable de incrementos para negociar.
La cúpula de la CGT que lidera Antonio Caló se reunió ayer en Obras Sanitarias para analizar la coyuntura frente a las subas abruptas de precios que hubo desde el fin de semana. El jefe metalúrgico contó que Cristina de Kirchner se comprometió a recibirlos a su vuelta de La Habana. Suponen que el encuentro podría concretarse esta misma semana.
Al referirse a un esquema de transición como reemplazo de las paritarias, los gremialistas plantaron una base de incrementos del 25% que debería aplicarse al salario mínimo, a las asignaciones familiares y a los haberes jubilatorios de manera inmediata. Y también un monto fijo equivalente sobre los salarios para compensar la inflación de los últimos meses.
"Lo más lógico en este contexto es un sistema de ajuste durante el año de todas esas variables. Y que exista un calendario de revisión periódica. Recién después esperamos un escenario más estable para negociar paritarias", precisó Lingeri.
La CGT oficialista, además, resolvió mantenerse en sesión permanente para monitorear la evolución del costo de vida. La reunión de la "mesa chica" se concretó luego de las visitas el lunes de Caló y Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para dialogar junto con empresarios de sus respectivos sectores acerca de los sacudones que hubo en los precios desde el fin de semana. Los encuentros con el funcionario continuarán hoy bajo el mismo signo, con el compromiso de Capitanich de contener las subas.
Además de Caló y Lingeri estuvieron en la reunión Armando Cavalieri (comercio), Omar Viviani (taxistas), Rafael Mancuso (Luz y Fuerza), Horacio Ghilini (docentes privados) y Jorge Lobais (Asociación Obrera Textil).
La modalidad de sumas fijas como puente para diferir el arranque de paritarias parece encontrar coincidencias entre los gremios y el Gobierno.
Desde el Ministerio de Trabajo se declararon abiertos a convalidar esa modalidad de negociación bajo la premisa de no avanzar sobre esquemas de paritarias fraccionadas, como sugirieron desde el sindicalismo opositor. Incluso los funcionarios admitieron como posible anticipar el Consejo del Salario, que cada año se reúne luego de las rondas de negociaciones en el sector privado.
Entre las organizaciones que hicieron planteos de ese tipo figura la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El gremio de los colectiveros, que encabeza Roberto Fernández (integra la CGT oficialista pero se acercó a Hugo Moyano) dispuso un paro en el sector de larga distancia del 1 al 3 de febrero en demanda de $ 2.000 no remunerativos como puente salarial de enero a marzo, y así postergar las discusiones formales.