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El vicepresidente, Amado Boudou, quedó así formalmente a cargo de la presidencia, aunque sin actividades previstas, y la gestión diaria pasó a manos del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
El encuentro en Cuba arranca recién el martes. La jefa del Estado viajó con tres días de anticipación y, aunque no fue confirmado, no se descarta un nuevo encuentro con Fidel Castro, con quien conversó hace un año, cuando visitó en la isla a Hugo Chávez, recién operado durante el tratamiento del cáncer que, finalmente, le provocó la muerte.
La Presidenta partió anoche a bordo del Tango 01, con una pequeña comitiva que incluyó al canciller Héctor Timerman y el secretario de Información Pública, Alfredo Scoccimarro.
Estaban invitados, además, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, uno de los mandatarios más alienados con el kirchnerismo; y, como dato particular, el dirigente radical Leopoldo Moreau, que desde la sanción de la ley de medios mantiene cierta cercanía al Gobierno.
Ayer, la Casa Rosada no difundió la actividad presidencial, pero según reconstruyó LA NACION estuvo reunida con el equipo económico en Olivos. Tampoco comunicó la agenda oficial que tendrá en La Habana, para las jornadas previas a la cumbre. Mañana se supone que otro vuelo trasladará a funcionarios para completar la delegación argentina, como la ministra de Industria, Débora Giorgi, y otros secretarios de Estado.
Hay expectativa, además, por una eventual reunión con el presidente de Uruguay, José Mujica. El mandatario ya manifestó su intención de dialogar con Cristina para recuperar las relaciones entre ambos países, deterioradas después del aval de Montevideo a una mayor producción de la pastera UPM ex Botnia, radicada en Fray Bentos.
La Presidenta anticipó el miércoles pasado, en su regreso al centro de la escena después de más de un mes sin hablar, que Venezuela propondría en la cumbre el ingreso de Puerto Rico a la organización. De hecho, rememoró en un tramo de su intervención que René Pérez, el cantante de la popular banda puertorriqueña Calle 13, le había pedido en una visita tiempo atrás que denuncie ante los foros internacionales el estatus colonial de su país. "Y lo vamos a hacer", prometió Cristina.
En su discurso en el encuentro con sus colegas latinoamericanos, se espera que insista en su reclamo por la soberanía de las islas Malvinas. Durante la cumbre, está previsto que se acuerden un ramillete de documentos vinculados al bloqueo a Cuba, la soberanía alimentaria y la declaración de América latina como una zona de paz. También podría tratarse la denuncia del Gobierno que indicaba la presencia de submarinos nucleares enviados por el Reino Unidos a las islas. El cierre está planificado para el miércoles, fecha en que se estima la vuelta de la Presidenta.
