HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 10 de diciembre de 2013

Un país en jaque

Por Diario HOY.- El gobierno nacional, desbordado, habló de caos y recurrió a los fantasmas desestabilizadores. El kirchnerismo cada vez más alejado de la realidad Los acontecimientos que sucedieron en los últimos días, con los saqueos y las rebeliones policiales a lo largo y ancho del país, puso muy nervioso al gobierno nacional que, fiel a su estilo, buscó agitar fantasmas de supuestos intentos de desestabilizadores, que sólo pueden existir en mentes afiebradas que pululan en Casa Rosada.
Y que ni siquiera reconocen que es necesario un cambio de rumbo en el país. Uno de los que llevó la voz cantante fue el jefe de gabinete, Jorge “Bocón” Capitanich, que embistió contra las protestas policiales que se extendieron en varias provincias, al señalar que no es “casualidad” que se desarrollen al cumplirse 30 años de democracia. Y advertir que “aspectos” de esta modalidad podrían encuadrarse en el “delito de sedición”. Ahora bien, evidentemente, el gobierno K está comprando “el pescado podrido” que quizás le venden los buchones a sueldo y de los servicios de inteligencia, o existe una decisión política de seguir mirando otra película, que nada tiene que ver con la realidad del país.

 Obviamente existen sectores que apuestan a generar el caos, como pueden ser los narcotraficantes o las bandas del crimen organizados, dado que ese es el terreno fértil para sus oscuros negocios. Pero lo que se niega a ver el gobierno K es que la raíz del conflicto social radica, básicamente, en las consecuencias de su política económica. Concretamente, la rebelión está motivada por el hecho de que los agentes, con los ingresos que obtienen, no les alcanza para mantener a sus familias, mientras aquellos que salen a saquear son marginales que no tienen absolutamente nada que perder, pertenecientes a sectores socialmente postergados que se han incremento exponencialmente en la “década ganada” En esa línea, Capitanich afirmó que “los policías deben ser protectores de la población y no promotores del caos”. 

Si el propio gobierno reconoce una situación de caos, es porque se encuentran absolutamente desbordado. No por casualidad, Capitanich fue apodado “el bocón”. En la misma sintonía, el ministro de Justicia Julio Alak aseguró ayer que “la justicia actuará con toda firmeza” contra quienes llevan adelante incitaciones a saqueos en redes sociales, y llamó a los efectivos que realizan protestas a que “depongan la actitud”, dado que “las medidas de fuerza adoptadas están fuera de la ley”. Resulta una obviedad decir que aquel que saquea tiene que ser castigado con todo el peso de la ley. El problema es que si no trata de solucionar los problemas estructurales que contribuyen al malestar social, por más amenazas que realicen los funcionarios, los saqueos y las protestas seguirán multiplicándose.

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