Por lapoliticaonline.-
Los dueños del Grupo Uno son socios de la petrolera estatal en Mendoza, donde días atrás se descubrió un importante yacimiento. Las empresas creadas para entrar en un negocio que promete reactivarse y la permeable posición del Estado mendocino. La noticia del hallazgo de YPF de un reservorio de unos 15 millones de barriles de crudo en el sur mendocino, reavivó en la provincia las controversias por los socios locales de la petrolera, ahora estatal.
Es que el socio local de YPF, Andes Energía, tiene participación mayoritaria de los empresarios mendocinos José Luis Manzano, ex ministro del Interior durante el primer menemismo, y Daniel Vila, titular y cara visible del segundo grupo mediático del país, Uno Medios.
El lugar del descubrimiento se llama El Manzano, justamente, y está ubicado al sur oeste de la provincia, en el departamento de Malargüe. Los medios de Vila, este domingo, hicieron un amplio anuncio de la novedad, incluso siendo considerado el más importante tema de la edición del domingo de diario Uno.
Los empresarios, se vanagloriaron del hallazgo logrado en consorcio con YPF. Se calcula que de ese yacimiento se podrán extraer unos 550 barriles de petróleo por día.
El consorcio está integrado en un 60% por la petrolera estatal y en 40% por Andes Energía, que se quedará, menos regalías, con esa porción de las utilidades del yacimiento.
El ingreso en el petróleo
Los principales accionistas de Andes Energía son los mencionado Manzano, Vila, y un hermano de éste último, Alfredo Vila. Los empresarios comenzaron a participar del negocio del petróleo a través de dos empresas, Ketsal y Kilwer, que luego formaron Andes Energía, en la época en que Julio Cobos era gobernador de Mendoza. En ese momento, se llamó a una amplia licitación para otorgar en concesión la exploración de varias áreas petroleras en territorio provincial con supuesto potencial de petróleo.
Fue durante la gestión del peronista Celso Jaque que las áreas se adjudicaron, con preponderancia de YPF (aún en control de Repsol) en casi todas. Y la sorprendente participación de las empresas de Vila-Manzano, casi sin experiencia en el ramo.
Tras varias idas y vueltas, impugnaciones y peleas, finalmente la exploración comenzó, y parece haber dado sus buenos resultados. Ya en la etapa estatal de YPF, en los últimos meses, además del anunciado ayer, se informó del hallazgo de crudo en otra zona más, Chachauén, con unos 40 millones de barriles. En este caso, además de YPF y las empresas de Vila y Manzano, la Provincia tendrá participación en las utilidades a través de la Empresa Provincial de Energía, del Estado mendocino.
Reparos
Los reparos que surgieron entre la clase política local cuando se conoció, allá por el 2008, la participación de los controvertidos empresarios en el negocio petrolero, fueron ignorados por el entonces ministro de Infraestructura, Francisco Pérez. Porque además de los numerosos medios en su poder –que deben ser adecuados según la Ley de Medios–, también cuentan con el control de la empresa de energía eléctrica Edemsa; emprendimientos inmobiliarios; son proveedores del Estado en cuanto a máquinas para los casinos del Estado; y hasta tienen participación en la salud privada, entre otras cuestiones.
Por caso, el yacimiento de Chachauén ya desde la etapa de exploración, estuvo en el ojo de la polémica. Es que el primer llamado a licitación de Cobos de las llamadas áreas petroleras secundarias fracasó. Luego Jaque avanzó al punto que para Ketsal, de Vila y Manzano, debió sacar un decreto con una excepción: la reglamentación original estipulaba un tope de 5 áreas por empresa, pero el gobernador peronista le otorgó la exploración de 7 áreas a los dueños del Grupo Uno.
De ahí en más, las acusaciones de favoritismo hacia el grupo Vila-Manzano por parte del Gobierno provincial no se hicieron esperar. No obstante, se avanzó en la exploración, siempre con dominio mayoritario de YPF, hasta lograr los actuales descubrimientos.