Por lapoliticaonline.- Cristina anunció la creación de un fideicomiso con el objetivo de reintegrar el dinero de las retenciones a los que produzcan. La idea es incentivar la siembra del cereal que atraviesa una profunda crisis por la intervención oficial. En el sector descreen del plan y aseguran que seguirán desapareciendo productores (de 2005 a la fecha dejaron la actividad unos 20.000 empresarios).
En las últimas semanas comenzaron a llegar a la Casa Rosada una serie de informes que alertaron sobre el posible y nuevo fracaso que podría llegar a registrar la campaña de trigo 2013/14 (que arranca de hecho dentro de las próximas semanas). En dichos documentos se informaba a Cristina Kirchner que la Argentina corre riesgos de perder la capacidad de autoabastecimiento, algo que, en términos políticos sería un desastre teniendo en cuenta la histórica tradición del país en producción de trigo.A partir de esa advertencia, la presidenta encomendó al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que elabore un plan para intentar incentivar a los productores trigueros a que se vuelquen masivamente a sembrar el cereal. El tema es que la mayor parte de los productores de trigo se encuentran, no solamente desincentivados, sino que además atraviesan serios inconvenientes financieros producto de las políticas de intervención que aplicó el propio Moreno desde 2006/07 a la fecha. Ocurre que el sector triguero es, quizá, uno de los primeros ámbitos económicos que sufrió la intervención directa del funcionario kirchnerista, que tuvo como propósito en aquél entonces, “defender la mesa de los argentinos”. Siete años después, los resultados de la intervención oficial quedaron evidenciados con resultados nefastos: en 2012/13 se cosecharon apenas 9,8 millones de toneladas (una de las peores producciones de la historia) y el área de siembra no para de caer año tras año. Además, los precios internos de los productos derivados del trigo aumentaron de manera notable durante los últimos años y en la actualidad los valores presentes en el país superan, en algunos casos, a los vigentes en Brasil y Uruguay. Al respecto, en diálogo con La Política Online, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) fue contundente. “En el año 2005/06 había en todo el país unos 50.000 productores de trigo y ahora estimamos que quedan 30.000”, afirmó. “No tengo dudas que van a seguir desapareciendo productores; los datos de siembra, cosecha, exportaciones y precios muestran a las claras que el productor se está alejando de este cultivo”, advirtió Ferrero, quien integra la Mesa de Enlace. Así las cosas, si bien todavía resulta muy aventurado difundir números de lo que podría ser la actual campaña de trigo 2013/14, lo cierto es que en el mercado el comentario que circula es que las ventas de pre-siembra vienen muy frías. “Es probable que el área de siembra no supere los 3/3,5 millones de hectáreas, por lo que estaríamos hablando de una cosecha parecida a la de los últimos años; en el país podrían sembrarse no menos de 6 millones de hectáreas”, sostuvo un operador privado. El plan del Gobierno En este contexto, y con temor a no llegar a producir las 7 millones de toneladas de trigo que necesita el mercado interno, Cristina presentó este lunes en la Casa Rosada un plan tendiente a intentar motivar a los productores de trigo. El plan, denominado “Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina”, consiste en la creación de un fideicomiso en el Banco Nación con el fin de reintegrar la totalidad del dinero cobrado por retenciones a los productores (un 23%). Según detalló la presidenta, los administradores del fondo fiduciario serían los exportadores (AFA, ACA, CAPECO y las grandes empresas nucleadas en CIARA-CEC). Luego, para poder cobrar el dinero, el productor deberá presentar una declaración jurada con los datos de su producción ante la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (UCESCI). “Esto significa un esfuerzo grande para el Gobierno en materia de ingresos fiscales; son más de 500 millones de dólares que va a dejar de percibir el Estado; estimamos que van a recuperar 30 dólares por tonelada producida”, dijo la presidenta. En el acto, Cristina además brindó cifras muy polémicas ante la mirada cómplice del ministro de Agricultura Norberto Yauhar. “Si tenemos una producción que supere los 21 o 22 millones de toneladas ingresarían al fondo fiduciario u$s 600 millones”, afirmó. La cuestión es que en la Argentina es prácticamente imposible llegar a la cifra que dio la presidenta. Para tener una idea, en la última década el récord de producción de trigo en el país se registró en la campaña 2007/08 con 16 millones de toneladas. Para Cristina, la caída en la producción de trigo se debe pura y exclusivamente a la pérdida de rentabilidad. “Queremos devolver rentabilidad a la producción triguera y de paso sanear la calidad de los suelos”, señaló la primera mandataria. Por representación del sector exportador, en el discurso de presentación del plan del Gobierno estaban presentes autoridades de AFA, ACA, CIARA-CEC, CAPECO y de las empresas Aceitera Gral. Deheza, Cargill, Nidera y Los Grobo, entre otras. Por el lado del Ejecutivo, asistieron los máximos referentes del área económica, entre los cuales se cuentan, además de Moreno, Hernán Lorenzino, Axel Kicillof y el presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fabrega. Críticas al plan LPO consultó al directivo de la Asociación de Productores de Trigo (Aaprotrigo), Santiago Cameron, quien tuvo duras críticas al plan oficial. “Ya han lanzado una innumerable cantidad de planes y nada ha funcionado”, apuntó. “El mismo hombre (por Moreno) que fundió a los productores de trigo es el encargado de idear este plan; está demostrado que las devoluciones en la práctica no se cumplen porque son extremadamente burocráticas”, agregó Cameron. “La intervención del Gobierno sobre el sector ha generado un daño irreparable a esta altura”, indicó el dirigente triguero, para luego mencionar que “si quieren cambiar el actual estado de situación tienen que liberar totalmente el mercado”.
