Por Nicolás Balinotti/La Nación.- La letra chica de los acuerdos firmados la semana pasada muestra que los trabajadores deberán pagar un extra de $ 50 por mes
En la letra chica del acuerdo salarial del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), que encabeza Armando Cavalieri, hay una cláusula que repercutirá directamente en el bolsillo de los trabajadores: cada uno de ellos deberá hacer un "aporte especial" de 50 pesos al mes ($ 600 al año), que serán destinados a la obra social del gremio . Es decir, el SEC embolsará unos 300 millones de pesos extra, teniendo en cuenta que roza el medio millón de afiliados.
Nada de eso dijo Cavalieri al anunciar el miércoles pasado el cierre de su paritaria, que contempla una suba salarial de un 24% para 2013. El referente de los mercantiles participó del encuentro con la presidenta Cristina Kirchner , que avaló las negociaciones colectivas de trabajo.
Desde que integra la CGT alineada con la Casa Rosada, Cavalieri calló sus críticas al Gobierno y dejó de lado sus duras expresiones sobre la deuda que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales. Hace unos meses, alertó sobre el desfinanciamiento del sistema de salud, y advirtió que había obras sociales con las finanzas en rojo. El Estado le debe a la prestadora médica de los mercantiles unos 300 millones de pesos, aproximadamente. Es por el retraso del pago de los reintegros por los tratamientos de alta complejidad y por el dinero retenido en el Fondo de Redistribución Social.Así lo aseguró a LA NACION un dirigente de jerarquía del sindicato. "La obra social está golpeada porque el Gobierno no pagó lo que prometió y porque no es justo que los monotributistas aporten 90 pesos al mes y un trabajador $ 500. Además, el Gobierno le da al PAMI 700 pesos por jubilado, mientras que a nosotros nos otorga $ 150", se quejó otro hombre del gremio mercantil. Cavalieri no fue el único que negoció con las cámaras empresariales una maniobra para financiar la obra social de su gremio. También lo hizo la Asociación Bancaria, de Sergio Palazzo, que pretende "un aporte especial" de las entidades bancarias a su obra social. Palazzo, que ya hizo público su alejamiento de la CGT de Hugo Moyano, quiere que los bancos aporten todos los meses el 1% de la masa salarial, lo que equivaldría a unos 100 millones de pesos anuales. En silencio, una cláusula similar introdujo la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en su acuerdo salarial. La obra social del sindicato de Antonio Caló, líder de la CGT oficialista, también atraviesa dificultades financieras. Sufre, como casi todas, "la retención indebida" de fondos, como alguna vez calificó el jefe metalúrgico. La deuda que el Estado mantiene con la prestadora de la UOM superaría los 100 millones de pesos.
La CGT en su conjunto reclama al Estado el pago de unos 15.000 millones de pesos. Además, reclama la agilización de los reintegros por los tratamientos de alta complejidad. No bajó la tensión por las negociaciones salariales. Si bien la mayoría de los sindicatos ya anudó sus acuerdos, en el calendario aún figura pendiente la paritaria de Camioneros. El pedido inicial del gremio fue de un aumento del 30%. Moyano cuestionó el encuentro de la Presidenta con los gremialistas aliados, y dijo que él no se guiará por el 24% que firmó Caló como el ajuste de referencia. Esta semana podría haber un encuentro entre Moyano y las autoridades de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac). En la negociación del año pasado, hubo un episodio de alta tensión: sin acuerdo, los camioneros activaron un paro que amenazó con desabastecer de combustible a las estaciones de servicio del país. Los gastronómicos de Luis Barrionuevo ya firmaron un acuerdo por encima de la pauta que trazó el gremialismo aliado: lograron un 27% en cuotas. En tanto, hoy podría cerrar la Unión Obrera de la Construcción Argentina (Uocra), que negocia un aumento de entre el 24 y el 25%, y también el tándem de gremios ferroviarios, que obtendrán un alza del 23%.
