El Gobierno nacional estaría cerca de cerrar un acuerdo con la petrolera española, que retiraría las acciones legales por la expropiación. El trato implicaría la creación de una empresa para explotar el yacimiento de Vaca Muerta. Argentina exige que se aparte a Antoni Brufau, el CEO de Repsol.
La batalla judicial que se avecinaba entre Repsol y el Estado argentino por la expropiación de YPF podría no llegar a concretarse, debido a un acuerdo entre el Gobierno y la firma española, que estaría dispuesta a retirar las acciones que inició o amenazaba iniciar.
Según el diario Ámbito Financiero, las negociaciones están más que avanzadas y al acuerdo se llegaría con la creación de una nueva empresa que participaría en la explotación del yacimiento de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta
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Esa firma se capitalizaría con aportes de YPF y Repsol y con "acreaje" (movimiento de acres en yacimientos) en la zona de Vaca Muerta. El aporte de las dos empresas será invertido el 100% en la Argentina. Según el acuerdo, la valoración del "acreaje" que aportaría la Argentina a la nueva firma y el monto en dinero que recibirá como capitalización se concilia con el monto que Repsol reclama por la expropiación de YPF.
La negociación se inició hace varios meses y estuvo a cargo de funcionarios de alto nivel del Poder Ejecutivo. Entre los negociadores hubo representantes de varios ministerios y también participó el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini.
Quien no participó fue el CEO de Repsol, Antoni Brufau. Esto se debe a que Argentina exigió que no sea parte de nueva empresa. Esa sería la razón por la cual la firma española ha negado formalmente hasta ahora que haya algún tipo de conversación fructífera entre las dos partes y explicaría las declaraciones de Brufau en un acto realizado la semana pasada, donde negó que le fuera vender al país la parte accionaria que aún tiene en YPF.
El grado de compromiso de las partes lo demuestra el hecho de que Cristina Kirchner recibiese en la Casa de Gobierno hace unos días al presidente de la Caixa Isidro Fainé para refinar la letra chica del acuerdo. En ese encuentro el empresario que controla Repsol escuchó el interés argentino de que Brufau quede afuera. No hubo objeciones ya que el interés de la empresa española es participar de los proyectos de exploración y explotación de gas y petróleo no convencional en territorio argentino y en el extranjero.
La concreción de este acuerdo se presentará como parte del Plan Estratégico de YPF presentado por el titular de la empresa Miguel Galuccio. La explicación de este rumbo, después de que el Gobierno desplegase críticas profundas al resultado de la asociación entre Repsol e YPF durante varios años, es que sería difícil cumplir con el objetivo de transformar a YPF en una compañía productiva, que genere valor para todos sus accionistas y con la mira puesta en el autoabastecimiento energético del país, manteniendo una herida abierta con los españoles en litigios internacionales que pueden durar años.
