HANNAH ARENDT

En 1951, Hannah Arendt escribió: "El sujeto ideal de un régimen totalitario no es el nazi convencido o el comunista comprometido, son las personas para quienes la distinción entre los hechos y la ficción, lo verdadero y lo falso ha dejado de existir".

martes, 17 de julio de 2012

BLUE


Viaje al centro de una "cueva": cómo se "cocina" en Argentina el precio del dólar blue. La cotización del billete en el mercado paralelo es seguida muy de cerca por los argentinos. Pero poco se sabe sobre cómo se determina. iProfesional.com investigó para conocer a los distintos actores, cómo operan y conforman un aceitado engranaje, con roles definidos y "códigos" pre-establecidos. "Toque el portero eléctrico para ver si está la secretaria. Si le contesta puede pasar, pero le aviso que la gente del 4º C sólo recibe a sus conocidos". Cansados de responder a la misma pregunta varias veces al día en el lapso que va desde las 11 de la mañana hasta pasadas las cuatro de la tarde, encargados y responsables de la vigilancia de varios edificios del microcentro porteño miran al visitante con cara de pocos amigos. Por lo general, quienes preguntan y reciben esa respuesta son personas que, apelando a gente conocida de los ocupantes de esos departamentos, intentan hacerse de dólares "blue", ante la imposibilidad de comprarlos en el mercado oficial. Claro está que el acceso resulta más directo si el que se apersona a las llamadas "cuevas" resulta familiar y ya tuvo "su primera vez". Más aún si viene acompañado por dos o más personas, muñidas de grandes portafolios de cuero.

Una vez sorteado el hall de entrada del edificio y habiendo ingresado al departamento en cuestión, el interesado en hacerse de dólares blues habrá entrado a un "mercado de cambios" que se rige por leyes y códigos muy particulares.
iProfesional.com indagó para saber cómo funciona este circuito, la forma en que se opera, qué volumen de dinero se maneja y cómo es que se determina al final de cada día la cotización del blue.
En principio, cabe mencionar que solamente en el microcentro operan unas cien cuevas.
La "escenografía", en varias de ellas, curiosamente resulta similar: una puerta blindada, un hall de espera con grandes cuadros -en varios casos de reconocidos pintores- cómodos sillones, una secretaria diligente, una sala de reuniones y varios espacios reservados para realizar la operación.
Los cartelitos con la leyenda "Privado" decoran las puertas por las que se acceden a esos lugares destinados para efectuar la operatoria.
Estos suelen ser ámbitos pequeños, con apenas un escritorio, un teléfono y una contadora de billetes.

Como toque de distinción, algunas paredes suelen estar decoradas con viejas acciones ya fuera de circulación.
El silencio "forma parte del ambiente". Todo es a puertas cerradas, con espacios de circulación y horarios de atención pre-establecidos para evitar el cruce entre sí de los visitantes y sin ningún papel en el que se dejen "huellas" de la transacción que se va a efectuar.

Por lo general los "habitantes" de las cuevas suelen ser exejecutivos de bancos privados, de mediana edad que "remixaron" su actividad.
En general, elegantemente vestidos, con camisas impecables y corbatas de seda "Hermes" de suaves colores, luciendo costosos relojes y mostrando autosuficiencia económica y dominio absoluto de la situación.

"Tenés que fijarte si el que te atiende usa saco o sólo camisa. Porque esto te da la pauta del grado de confianza", comenta un asiduo visitante.

El personal que habita una "cueva" se compone de no más de tres o cuatro personas, sin contar a los socios, la amable secretaria y el personal de seguridad.

Estos son los operadores de la mesa de cambio -que varían en relación con el volumen de negocios que generen, del cual también depende su retribución- y un par de personas en el "back office".

Como se ve, una estructura pequeña que se puede adecuar con facilidad a condiciones cambiantes.

¿Quién es quién?
Este es un mercado en el que intervienen varios actores bien definidos, sincronizados a la perfección, cada uno ejecutando un rol determinado.
1. Corredores de cambio
Son los verdaderos "formadores de precios". Arbitran entre la oferta y la demanda proveniente de particulares, empresas, grandes inversores, cooperativas y agentes de bolsa.
Habitualmente, los corredores sólo se dedican a la intermediación.
En otras palabras, negocian "entre las puntas" y no intervienen con billetes propios.
"Su poder reside en el conocimiento del ´quién es quién´. Es decir, en saber qué hace -y a qué se dedica- cada uno de los que quieren efectuar una operación", señala una de las fuentes consultadas.
De este modo, distinguen claramente si el dinero solicitado tendrá como destino final una cueva o si quedará en manos de un particular o de una gran corporación.
Ese conocimiento le es de vital importancia y marca una sutil pero gran diferencia sobre lo que ocurre en el mercado oficial "Siopel", en el que los operadores desconocen quién está del otro lado de la pantalla.
En función de la oferta, demanda y del volumen diario de operaciones establece una cotización para el blue que luego es tomada como referencia por las cuevas.
2. Cuevas
Están un escalón más abajo "en jerarquía" respecto a los corredores de cambio que -tal como se mencionara- son los que determinan la cotización del blue según oferta y demanda.
Mueven menos dinero y representan el segmento medio del negocio, pues operan montos que trepan hasta los u$s200.000.
Trabajan con inversores o con ocasionales clientes, por lo general recomendados -que apelan a sus servicios para negocios puntuales- como puede ser el de requerir de divisas para la compra de una propiedad.
En este segmento la determinación de su cotización es "más artesanal".
En efecto, a la hora de tener que pactar una operación, básicamente lo primero que hacen es consultar vía telefónica a su corredor, que es quien lo abastece de dólares y le fija un rango de precios.
A partir de ese valor de referencia le agregan una comisión que suele medirse en centavos por dólar.
En la mayor parte de las transacciones se recurre a las llamadas "líneas directas" que son las que unen a los corredores de cambio con las cuevas.
Estas son un factor clave para el negocio, pues agilizan las comunicaciones en un mercado en el que todo se mueve minuto a minuto.
"El tendido de los cables -que forma parte del escenario del microcentro- lo llevan a cabo técnicos telefónicos a cambio de una cuota semanal o mensual de mantenimiento", explica el operador de una de las mesas, ubicada en Diagonal Norte y Suipacha.
3. Casas de cambio
Si bien desde un tiempo a esta parte la operatoria en el segmento oficial está muy limitada -pues apenas se aprueba alrededor del 5% de las solicitudes de compra- las casas de cambio son, junto con los corredores de cambio los grandes jugadores del este mercado.

Esto se debe, entre otros, a los siguientes factores: varias de ellas cuentan con sucursales, subsidiarias o corresponsales en el interior del país, por lo que parte de su rentabilidad surge de abastecer de billetes a otras plazas más alejadas.

Por su caudal de negocios mantienen abiertas líneas con corredores y colegas, por lo que muchas de las transacciones que se realizan solo son registraciones contables.
Es decir, se busca evitar el traslado de físico, con trae acarreado un costo no menor, por cuestiones de seguridad.

"Esto les permite quedar ´comprados´ o ´vendidos´ al final del día, especulando con lo que pueda ocurrir al siguiente y, si la cosa va bien, hacer una diferencia adicional", detalla desde su bunker en la calle San Martín un conocido cambista de marcada trayectoria.

4. Casas de bolsa
La participación de las casas de bolsa en el negocio es casi marginal ya que suelen concretar negocios por sumas sustancialmente menores.
Es que la clientela se compone de personas que buscan armar su menú de inversiones con bonos, acciones y algo de moneda dura.

No obstante, en muchos casos la actividad es atractiva a partir de que se haya logrado un determinado número de clientes.
Es decir que la ganancia proviene más por cantidad que por precio.
Este segmento depende en gran medida de los formadores de precios pero, fundamentalmente, de las casas de cambio medianas o pequeñas.

En épocas de vacas flacas para las inversiones bursátiles, su incursión en el mercado les permite al menos cubrir parte de los costos fijos.

Pero su rol fundamental en el negocio pasa por el denominado "dólar fuga" o de "contado con liquidación".

5. Cooperativas
Son los grandes proveedores de pesos del sistema. Su función en el "ecosistema" pasa básicamente por lubricar esta parte del circuito.
Los mismos son obtenidos de operaciones de descuento de cheques a particulares y empresas que, en muchos casos, a cambio les solicitan que les paguen en moneda extranjera.
¿Qué tamaño tiene el mercado "blue"?
"En la práctica, es un mercado muy pequeño", afirma un veterano operador de la city porteña, al tiempo que sostiene: "El volumen no interesa, lo que sí importa es que -por más que sea chico- que en mercados desdoblados se mira más su precio que el oficial".
Según fuentes del sector el "blue" mueve en promedio entre 20 y 30 millones de dólares por día. Bastante poco en comparación con el que opera legalmente el mercado mayorista (MAE y MEC), que rondan los u$s300 y u$s500 millones.
¿Cómo se forma el precio?
Los corredores reciben los pedidos de compraventa y, en función de diversos factores, "abren o cierran" el precio.
Entre ellos, se consideran:
El grado de conocimiento del cliente.
Si la operación va contra moneda constante y sonante o se apunta en la cuenta corriente de éste.
En dónde se va a cerrar la transacción.
La distancia que media entre ambos domicilios.
El riesgo que apareja el transporte y el costo que ello involucra (vehículos, custodia, etc.).
Hablando en plata
Una casa de cambio de las grandes, con sede en el microcentro puede llegar a mover en su "anexo", en jornadas con mucha actividad, entre u$s500.000 y u$s1.000.000 diarios.
Claro está que, desde un tiempo a esta parte, esta cifra cayó a niveles más reducidos. En jornadas en las que les conviene "guardarse" no llegan a superar los u$s250.000 por día.

¿Cuánto ganan? Considerando un margen que puede ir de los cinco a los diez centavos en promedio, en un día normal su ganancia bruta llega a los 50.000 pesos diarios.

En el caso de las cuevas, el movimiento por día ronda en épocas de vacas gordas entre los u$s100.000 a u$s200.000. Y, en este caso, el beneficio ronda los $15.000 por día, con un spread similar al anterior.

En el caso de los de "más arriba" de la pirámide - es decir de los corredores de cambio- luego de haber recorrido "la ruta de las cuevas" y tras conocer las ganancias obtenidas por día, algo queda más que claro: el por qué se los ve elegantemente vestidos, con camisas impecables y corbatas de seda "Hermes".

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