Gobierno presiona a UOM para aceptar alza del 21%. Gremio de Caló se aferraba anoche al 23%. Nuevo mínimo será de 4.000 pesos. El Gobierno nacional, con el aval empresarial, presionó ayer a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para cerrar un acuerdo salarial cercano al 21%, mientras el gremio que dirige Antonio Caló se aferraba a un aumento del 23%. Así quedaron anoche las negociaciones en el Ministerio de Trabajo, donde aún los funcionarios de la cartera laboral se mostraban confiados en cerrar las negociaciones paritarias industriales más importantes del año antes del viernes. Hoy volverán a encontrarse las partes, y se esperaba que el sindicato flexibilice su posición y las negociaciones culminen con un acuerdo que pueda ser mostrado ante el resto de los gremios como un faro del que no podrán alejarse en sus negociaciones. Un buen punto logrado para el oficialismo es que la UOM haya abandonado su posición irreductible de un incremento salarial del 25% para este año.
El gremio de Caló consiguió igualmente ya un logro importante: el nuevo mínimo sectorial pasará de los $ 3.200 a los $ 4.000 mensuales y la seguridad de que en el transcurso de 2012 se incorporarán los 300 pesos no remunerativos que los metalúrgicos cerraron en diciembre del año pasado. Mientras tanto, y como la UOM inauguró ayer en Mar del Plata su convención anual (evento que suele generar presiones por paros y movilizaciones, más cuando una paritaria no está cerrada), el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días, período en el cual el gremio no podrá realizar protestas.
El principal tema de conflicto en las discusiones de ayer entre las cámaras empresariales y el gremio que agrupa a unos 300.000 operarios de todo el país se concentra en la forma en que se liquidaría el incremento salarial si éste llegase al 21% o al 23%. El gremio exigía, sí o sí, que éste se liquide un 15% en mayo a más tardar y que el resto del incremento se pague a comienzos del segundo semestre. Los empresarios, con cierto aval oficial, aseguran que este esquema temporal es inaceptable y que el incremento debe ser distribuido en el tiempo. Sospechan las cámaras que, en realidad, Caló y sus hombres buscan que los aumentos terminen de liquidarse para septiembre, para luego tener liberada en diciembre la posibilidad de presionar por un premio anual no remunerativo, como los 300 pesos del año pasado. En las negociaciones también quedó claro que habrá nuevamente este año diferencias en los aumentos salariales que pagarán en 2012 las siderúrgicas más importantes del país y las pequeñas y medianas metalúrgicas. Estas últimas se acercarían más al 21%, mientras que las primeras se ubicarán por encima del 25%.
Sobre la forma en que se incorporarán al salario los 300 pesos no remunerativos que se perciben desde diciembre también hay aún diferencias. La UOM exige un solo pago en abril, mientras que los empresarios ofrecen tres liquidaciones.
Las intenciones de las negociaciones del Ministerio de Trabajo apuntan ahora a que el gremio logre una extensión en los plazos de los incrementos y que de alguna manera se pueda exhibir oficialmente un aumento de no más del 21% y para fin de año una liquidación final del 23% con la suma al salario de los montos no remunerativos.
Para la UOM quedaba también claro que la otra pata de las negociaciones es la promesa oficial del Gobierno de que en no mucho tiempo más habrá una mejora sustancial del mínimo no imponible de Ganancias. De otra manera, en el centro del gremio, se aseguraba que podría haber algún tipo de revuelta interna.
La delegación de la UOM fue encabezada por Caló e integrada por los dirigentes Juan Belén, Naldo Brunelli, Antonio Cattáneo, Enrique Salinas, Francisco Gutiérrez y Abel Furlán, entre otros. Por el sector empresarial asistieron representantes de ADIMRA (agrupa al 50% de las cámaras), CAMIMA (Pequeñas y Medianas Empresas), Aluminio, AFAC (autopartes y componentes) y AFARTE (electrónica).