El secretario de Cultura, Jorge Coscia, dijo que el Gobierno nacional tiene que tener una mayor capacidad de decisión para determinar qué deben leer los ciudadanos. Fuerte polémica.
"Es que así como hay una soberanía de la economía hay también una soberanía cultural, que consiste en que tengamos cada vez una mayor capacidad de decisión para determinar qué se debe editar, qué conviene estratégicamente que editemos, y no que se decida en las grandes capitales del mundo sobre los libros que podemos leer”, expresó el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, y desató la polémica. En otras palabras, el kirchnerismo quiere decidir qué tienen que leer los ciudadanos, al mejor estilo de un Estado totalitario, como lo fue la Alemania hitleriana, el gobierno fascista de Benito Mussolini y el régimen de Francisco Franco en España.
El funcionario participó el fin de semana en Formosa del lanzamiento de una muestra editorial que promociona la producción cultural en el país y se refirió a las trabas a las importaciones de libros, revistas y material gráfico, a las que la Casa Rosada dio marcha atrás el jueves pasado.
Según consignó el diario Siempre Formosa, el 30 de marzo Coscia criticó a los medios de comunicación que informaron sobre las nuevas medidas que estableció la Secretaría de Comercio de Guillermo Moreno de que no se podían importar libros con más de 0,06 gramos de plomo en la tinta. Los calificó de “zonceras formidables” y agregó: “Estos diarios generan una sensación en la gente, que reacciona y dice otra vez estos peronistas, otra vez alpargatas sí, libros no”.
El funcionario ayer buscó aclarar sus dichos en entrevistas radiales con periodistas amigos del kirchnerismo. “Tender a esta soberanía cultural no significa censurar ni prohibir, significa acuerdo”, expresó en radio Nacional, según lo registra un blog del secretario en la web de la cartera de Cultura. La aclaración no sirvió más que para oscurecer.
“Esto no significa censurar, ni impedir; significa una política que tiene un momento de transición, de adecuación, etcétera, y que de ninguna manera impide nada”. Y agregó: “Lo que pretendemos desde el punto de vista cultural es fortalecer la decisión soberana de editar”.
Antes que Coscia, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, que el año pasado se hizo famoso cuando recomendó censura al escritor Vargas Llosa en la Feria del Libro, también evitó criticar las trabas de Guillermo Moreno. “Hay, sí, funcionarios que toman medidas comerciales que afectan la importación de cierto tipo de libros. Sobre las razones de estas medidas, insertas en la complejidad de la hora (...) la Cámara del Libro ha dado a conocer su juicio atinado. El mío también pretende serlo. No habiendo motivos para suponer que estamos ante la situación de Fahrenheit 451, deseamos que el libro mantenga su excepcional cultural”, señaló.
Los dichos de Coscia avivaron ayer la polémica en las redes sociales, tanto que se convirtió en uno de los temas más mencionados del día.
FUENTE: Diario HOY
